Sao Paulo, Brasil (EFE/Alba Santandreu).- El expresdiente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió con aliados políticos para definir su estrategia ante un inminente ingreso a prisión, considerado de carácter político por el Partido de los Trabajadores (PT), después de que el Supremo rechazara un "habeas corpus" presentado por su defensa.
Lula, condenado a 12 años de prisión por corrupción pasiva, recibió el respaldo de su círculo de confianza en la sede de su instituto, en Sao Paulo, en una reunión para trazar su futuro y, consecuentemente, el del PT, que en pocos días podría ver encarcelado a su principal líder y candidato presidencial.
El Tribunal Supremo Federal decidió esta madrugada por seis votos a cinco rechazar el "habeas corpus" presentado por la defensa de Lula para evitar su prisión antes de agotar todos los recursos en instancias superiores, lo que abocó al exmandatario a la cárcel.
A pesar del mazazo judicial, Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se mostró hoy "sereno" y con la "conciencia de los inocentes", según dijo la presidenta del PT, senadora Gleisi Hoffmann.
La parlamentaria consideró que la prisión de Lula, que podría concretarse en los próximos días o semanas, "será una injusticia" y un acto de "violencia" contra el político más carismático de Brasil, líder en todas las encuestas demoscópicas para las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.
"La defensa adoptará todas las medidas legalmente previstas para evitar que la anticipación de la pena impuesta automáticamente por el tribunal sea ejecutada, porque es incompatible con la Constitución", según dijeron los abogados Valeska Teixeira Martins y Cristiano Zanin Martins en un comunicado.
El expresidente es considerado el único candidato de la formación de cara a los comicios, a pesar de que su prisión podría dejarle fuera del juego político y obligaría al partido a buscar una alternativa descartada por el momento públicamente.
"No tenemos plan B. Continuamos reafirmando la candidatura del presidente Lula y no trabajamos con otra hipótesis", afirmó el diputado Paulo Pimenta, otro de los dirigentes del PT.
Pimenta señaló que si Lula es encarcelado "será el primer preso político" desde el fin de la dictadura militar (1964-1985), aunque confió en que todavía hay recursos que pueden frenar su prisión.
En ese sentido, la defensa del expresidente adelantó hoy que hará todo lo que esté a su alcance para evitar la anticipación de la ejecución de la pena, la cual considera "ilegal".
"La defensa adoptará todas las medidas legalmente previstas para evitar que la anticipación de la pena impuesta automáticamente por el tribunal sea ejecutada, porque es incompatible con la Constitución", según dijeron los abogados Valeska Teixeira Martins y Cristiano Zanin Martins en un comunicado.
El Partido de los Trabajadores, además, urgió a la presidenta del Supremo, Carmen Lucia Antunes, a que coloque en la agenda de la corte una discusión amplia sobre el cumplimiento de la pena tras la condena en segunda instancia, puesto que el juicio del miércoles se refirió al caso concreto de Lula.
El PT confía en que, en caso de un análisis general del tema, la magistrada del Supremo Rosa Weber pueda modificar su voto respecto a la víspera y beneficiar así Lula y a otros 77 políticos y empresarios ya en prisión tras haber sido condenados en segunda instancia por su participación en las redes de corrupción descubiertas en el seno de Petrobras.
Además de las estrategias abordadas entre Lula y sus principales aliados, la dirección nacional del PT convocó a un encuentro en Sao Paulo para evaluar el camino que la formación deberá tomar tras la histórica decisión del Supremo.
En él serán abordadas las acciones a ser tomadas en el ámbito jurídico, así como los movimientos de "resistencia" que deberán de ser adoptados para "denunciar el arbitrio contra Lula", según fuentes del PT.
Tras varios días resguardado, el extornero mecánico dejó para el viernes su primera aparición pública desde la decisión del Supremo, cuando tiene previsto reunirse con su militancia en la sede del sindicato de los metalúrgicos de la región metropolitana de Sao Paulo, en Sao Bernardo do Campo.
Allí Lula comenzó a gestar su meteórica carrera política, la cual le convirtió durante años en uno de los líderes más importantes del planeta y que hoy está a un paso de la cárcel. EFE