Curitiba (Brasil), (EFE).- Sindicalistas, movimientos de izquierda y dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) se desplazaron desde anoche hasta la ciudad brasileña de Curitiba para arropar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien hoy, miércoles, será interrogado por el juez federal Sergio Moro.
Centenas de agricultores vinculados al Movimiento Sin Tierra (MST) se movilizaron desde diferentes puntos del país y acamparon en una amplia explanada de esta rica ciudad del sur de Brasil para mostrar su apoyo al líder del PT, imputado en cinco causas penales.
Los Sin Tierra, uno de los movimientos más activos del país, montaron una especie de asentamiento improvisado, con tiendas de campaña, barracas de lona y cocinas de gas para alimentar a una multitud de campesinos favorables a Lula.
Ya entrada la noche caminaron hasta la catedral de la ciudad para realizar una vigilia en defensa de la democracia y de los derechos de los trabajadores, a los que Lula se dirige constantemente en sus discursos.
Decenas de autobuses con militantes de diferentes partes de Brasil se han desplazado en los últimos días hasta Curitiba, capital del estado de Paraná, para seguir de cerca la declaración que Lula realizará este miércoles ante el juez Moro, responsable por el caso Petrobras.
La izquierda brasileña ha organizado una serie de actos a lo largo del miércoles para resguardar a su máximo líder, quien ha dejado en entreabierto su candidatura para las elecciones presidenciales de 2018, en las que lidera todas las encuestas de intención de voto.
En este proceso, Lula, presidente de Brasil entre 2003 y 2010, responde a la acusación de corrupción por la supuesta propiedad de un apartamento en la ciudad costera de Guarujá, en el estado de Sao Paulo, que figura en los registros a nombre de la constructora OAS.
Sin embargo, según las acusaciones, el verdadero propietario del apartamento sería Lula, quien lo habría recibido a cambio de "favores" hechos desde el poder a esa constructora, una de las implicadas en la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.
También está prevista la llegada de la plana mayor del Partido de los Trabajadores (PT), entre ellos la ahijada política de Lula y expresidenta Dilma Rousseff, quien fue destituida el pasado agosto por el Senado debido a unas irregularidades en las cuentas públicas.
La izquierda brasileña ha organizado una serie de actos a lo largo del miércoles para resguardar a su máximo líder, quien ha dejado en entreabierto su candidatura para las elecciones presidenciales de 2018, en las que lidera todas las encuestas de intención de voto.
La seguridad ha sido reforzada ante el temor de enfrentamientos entre partidarios y detractores de Lula, quienes, en menor medida, también se han movilizado de cara al interrogatorio, el primero cara a cara entre el político y el juez.
Desde hacía días, varias pancartas esparcidas por la ciudad dan, en tono irónico, la bienvenida a Lula "a la República de Curitiba" y expresan su apoyo a la operación Lava Jato, como fue bautizada la investigación del caso Petrobras.
En el anuncio publicitario, aparece un dibujo de Lula vestido de preso, al lado de un mensaje que dice "te esperamos con las rejas abiertas". EFE