La Habana, 8 nov (EFE).- A pocas horas de conocerse quién será el próximo presidente de EE.UU, los cubanos viven la jornada electoral con aparente calma y con la esperanza de que el ganador continúe la senda de la reconciliación iniciada por Barack Obama, algo por lo que de momento solo ha apostado la demócrata Hillary Clinton.
"De los dos candidatos, pienso yo que con ella, la Clinton, tendremos más beneficios", afirmó a Efe David, chófer, que tuvo la oportunidad de saludar el presidente Barack Obama durante su histórica visita a la isla el pasado marzo.
Para David, ni la demócrata Hillary Clinton, ni el nominado republicano Donald Trump, tienen el "valor" y la "valentía" que demostró Obama al restablecer lazos con Cuba y abogar abiertamente por el fin del embargo, que lastra la economía de la isla desde 1962, pero confía en que ella continúe su legado.
En las primeras elecciones presidenciales en EE.UU. desde el restablecimiento de relaciones, Cuba ha centrado parte del debate, en el que los dos candidatos mantienen también posiciones enfrentadas: Clinton seguirá en la senda del deshielo, mientras que el polémico Trump ha prometido tirar por tierra los avances de los últimos dos años y revertir ese proceso.
En Estados Unidos viven más de dos millones de cubanos, concentrados mayoritariamente en Florida, un estado que es determinante para ganar las elecciones, donde el exilio cubano tiene mucho poder y ambos candidatos han tratado de conquistar su voto.
"La emigración cubana ha cambiado mucho, es mucho más diversa y menos monolítica. Hay un sector que sigue siendo agresivo y negativo con la nueva relación de Cuba con EE.UU. Yo no sé si ese sector es hoy tan poderoso como para opacar a ese otro sector que ha nacido de un tiempo a acá y que ha estado empujando por una relación más normal", apuntó a Efe el economista cubano Juan Triana.
Trump se ha alineado con el exilio más beligerante, que ve todo acercamiento a Cuba como una concesión al régimen, e incluso se ha reunido con representantes de los exiliados anticastristas que participaron en la invasión de Bahía de Cochinos de 1961 para desestabilizar la Revolución que triunfó dos años antes.
El economista espera que el presidente que salga de los comicios piense que "lo más conveniente para EE.UU es proseguir el camino que Obama abrió", pero no está seguro de que Clinton sea la mejor opción.
"No será la primera vez que Hillary Clinton cambie de postura en política exterior. Su marido (Bill Clinton, presidente de EE.UU. entre 1993 y 2001) también abogó al principio de su mandato por acercarse a Cuba y luego firmó la ley Helms-Burton, que blindó el bloqueo", apuntó Triana, del Centro de Estudios Económicos cubanos.
El economista indicó que en Cuba hay una "preocupación moderada" por el resultado de las elecciones en EE.UU, "porque está muy cerca, hay allá dos millones de cubanos y tenemos un problema muy serio con el bloqueo", pero "a nadie en Cuba le quita el sueño".
"Los cubanos de una manera u otra siempre vamos a seguir de cerca las elecciones de EE.UU, y más ahora por las características de la relación. Creo que Trump sería muy perjudicial para Cuba. Hillary debería seguir la política de Obama. Veremos qué hace", señalaba, también escéptica, Amarilis, científica que sufre cada día en su trabajo las repercusiones del embargo económico.
Para ella, el presidente Obama ha sido "valiente" al apostar por reconciliarse con Cuba tras medio siglo de enemistad, aunque considera que podría haber sido "más agresivo": "Todos sabemos que el presidente de EE.UU es mera careta, hay grupos de poder detrás que son los que mandan".
A la salida de la embajada de EE.UU. en La Habana -reabierta en julio de 2015-, Anaibis, un ama de casa de 45 años, lamentaba que le hayan denegado por tercera vez la visa para visitar a su madre enferma que vive en Miami por ser "posible inmigrante".
"Con una mejor relación entre los dos países, espero que sea más fácil poder ir allá. Nosotros pensábamos que con una embajada sería más fácil poder reunir a las familias de los dos lados", señaló entre lágrimas.
En los alrededores de la legación estadounidense, en pleno Malecón, hoy reinaba la calma, con las habituales colas de cubanos que demandan visas para viajar, pero nada de ambiente electoral.
Aunque por primera vez el diario oficial Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, publicó en septiembre pasado un anuncio de la embajada de EE.UU. en el que se explicaba a los estadounidenses residentes en la isla el procedimiento para votar en línea o presencialmente. EFE