Nueva Jersey y Virginia eran los dos únicos estados que debían elegir a sus gobernadores este año y el Partido Demócrata se quedó con los dos.
Por si fuera poco, este martes, los demócratas lograron la reelección en la ciudad más importante de Estados Unidos: Nueva York.
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Las tres victorias son consideradas como "muy importantes" un día antes de que se cumpla un año del triunfo electoral que llevó a la presidencia a Donald Trump.
Además, estos resultados electorales son considerados una señal de alerta para el Partido Republicano.
Virginia
Buena parte de la atención este martes estaba concentrada en lo que podía pasar en el estado de Virginia.
Los demócratas mantuvieron la gobernación gracias a la victoria de su candidato Ralph Northam frente al republicano Ed Gillespie.
El propio expresidente Barack Obama tomó parte de la campaña en Virginia.
Con el escrutinio casi completo (99 %), Northam obtuvo un 53,6 % de los votos por un 45,2 % de Gillespie, que protagonizó una campaña que centró en el rechazo a la inmigración ilegal.
Pese a esa postura, el republicano se había alejado de Trump para mostrar un perfil moderado en un estado en el que los demócratas se han ido fortaleciendo en las últimas décadas.
A través de Twitter, Trump, que está en Corea del Sur, reaccionó a la derrota de Gillespie: "Ed Gillespie trabajó duro pero no me abrazó a mi ni lo que yo defiendo".
Nueva Jersey
En Nueva Jersey, Philip Murphy, arrebató la gobernación a los republicanos.
Era el feudo de Chris Christie, uno de los principales asesores de Trump en su campaña presidencial,
Christie es gobernador desde 2010, pero esta vez no se presentó porque no podía optar a un tercer mandato, así que Murphy se batió con la hasta ahora vicegobernadora del estado, Kim Guadagno.
De acuerdo a los escrutinios parciales, Murphy obtuvo el 55,6 % de los votos, mientras que Guadagno logró el 42,5 %.
Pese a las derrota en Virginia y Nueva Jersey, Trump aseguró que los republicanos "seguirán ganando, incluso más que antes".
Los republicanos siguen con un poder territorial nunca antes visto con 33 de las 50 gobernaciones, mientras que los demócratas tienen 16 y Alaska la gobierna un independiente.
Nueva York
Junto a las contiendas por las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, este martes destacaban las elecciones locales en Nueva York, en las que, según el resultado parcial, se impuso el actual alcalde, Bill de Blasio a su rival republicana, Nicole Malliotakis.
Si se confirman los datos con el escrutinio oficial definitivo, De Blasio, considerado como un representante del ala progresista del Partido Demócrata, seguirá al frente de la alcaldía de la mayor ciudad de Estados Unidos por cuatro años más.
De acuerdo con el recuento parcial, De Blasio logró el 65% de los votos, mientras que Mallotakis obtuvo un 30%. El resto de los sufragios se los repartieron cinco aspirantes más.
De Blasio, de 56 años, era un claro favorito en las elecciones de acuerdo con las encuestas previas.
Razones para preocuparse
Para el periodista de la BBC en Washington Anthony Zurcher estas victorias demócratas son las primeras que el partido logra en este año que no sean de "tipo moral".
"La asistencia de partidarios demócratas aumentó. Aumentaron enormemente sus márgenes de votantes universitarios y de los residentes en los ricos suburbios del norte de Virginia".
Zurcher añadió que "las legiones de votantes rurales que apoyaron a Donald Trump en 2016 esta vez no fueron un factor de peso".
El periodista señala que lo que sucedió en la noche del martes es una antesala a las elecciones legislativas de mitad de término que deberán suceder en 2018.
"Los republicanos tendrán un año para prepararse para lo que podría ser un tsunami anti Trump en el horizonte".
"Lo que ellos y Trump puedan hacer en adelante podría decidir su destino", concluyó Zurcher.