"Entre todas las democracias desarrolladas, Francia es la que peor se adapta a las grandes transformaciones que cambian el sistema geopolítico y económico mundial, víctima de un conservadurismo profundo. Francia lleva treinta años burocratizando y enquistando su economía. La deriva, el descontrol y la irresponsabilidad del Estado providencia, en bancarrota, agravan todas las tensiones y líneas de fractura del tejido social, socavando todos los principios de las relaciones sociales".
Nicolas Bavarez. (De su libro la France qui Tombe – La Francia que cae -Ediciones Perrin. 2003 )
1 / 23 DE ABRIL : LA PRIMERA VUELTA MAS ESPERADA EN DECADAS.
Las elecciones pautadas para el 23 de abril de este año 2017, constituyen el primer paso, conocidos los resultados de la primera vuelta que se sabrán la noche del domingo 23 de abril, para comenzar las pompas funerarias de la Quinta República francesa, nacida con Charles De Gaulle en 1958, cuando respetando el preámbulo de la constitución de la cuarta República – 1946-1958 – se redactó una nueva constitución, aquella que permitía a un presidente dormir la siesta de 7 años en el poder, intentar la reelección y seguir fortalenciendo un Estado Providencia, cargado de burocracia y mirándose el ombligo como si el tiempo, historia y tensiones sociales no cobrarían a Francia una alta cuota de responsabilidad en sus vacilaciones irresolutas.
En el balance de esa quinta República, izquierda y derecha, en la tradición ideológica más socorrida en aquel país luego de la segunda guerra mundial, tienen una cuota de responsabilidad en las nuevas tensiones sociales cuyo precio en sangre, vale la pena recordarlo. Tampoco es ajeno a la falta de una visión vocación más integradora al cabo de décadas.
Como recuerdo amargo, en el entierro de la quinta República se comprenderá que Francia pudo haber sido el modelo europeo de la integración multicultural, que nunca hubiera borrado su fuerza de identidad peculiar como pueblo. Eso sí, para ello el falso concepto de civilización y mirada por encima a otros pueblos, hubiese sido necesario.
Pero el tiempo ha pasado y las discusiones y polémicas han sobrado, la hora de la verdad toca a la puerta con unas elecciones cruciales que serán determinante para el nuevo rumbo de Francia.
2/ PARADIGMAS ROTOS COMO LOS VIEJOS PUENTES DE LA HISTORIA.
Entre el miedo, el orgullo de civilización y el conservadurismo extremo, los viejos paradigmas de la quinta República ya no sirven para lo que resta del siglo XXI.
El Republicanismo banal, que convirtió Libertad, Igualdad y Fraternidad en un simple letrero lumínico tricolor, que no hizo lo posible para que el laicismo heredado fuera cumplido, tendrá hacia el futuro su ajuste de cuentas. El miedo a la pobreza extrema, el horror a la miseria en su burbuja de centurias, al final les hizo romper todos los paradigmas posible, de tal manera que ahora los principales candidatos a la Presidencia de Francia, tienen todos la misma fuente para buscar los votos: un electorado esquizo, indeciso en sus viejas convicciones, un electorado que pasa por la prueba de demostrar su madurez alejándose de los cantos de sirena que vienen del otro lado del Atlántico, aquel lugar que inspiro a Alexis de Tocqueville a escribir "La Democracia en América".
Estas elecciones encuentran a Francia volatizada en sus creencias, aquellas que antes en las encuestas fáciles determinaban la vida política a partir de paradigmas políticos tradicionales cimentados a veces por tradiciones familiares, según el viejo tejido social del militantismo obrero o burgués.
Una gran providencia del Estado, sin resultados concretos en áreas como la educación (que Baverez define así: «La Educación nacional absorbe el 7 por ciento del PIB, mientras aumenta año tras año el número de iletrados. El 12 por ciento de los jóvenes franceses sale de la escuela sin saber leer correctamente. Al mismo tiempo, 161.000 jóvenes abandonan la escuela sin ninguna calificación, en situación ideal para convertirse en víctimas de la demagogia extremista».), el Estado providencia no era para siempre y el quiebre histórico o su deterioro progresivo, pide soluciones que han tardado
ELECCIONES Y CANDIDATOS DEL 2017 O EL DRAMA DE LAS INDECISIONES ABSTENCIONISTAS.
La autopista de las desilusiones es larga, deprimente. Lionel Jospin el antiguo candidato socialista del año 2002, que ahora a veces vemos en largos diálogos con Francois Hollande en sus peregrinaciones finales del patriotismo y la nostalgia por antiguas figuras de Francia, conoce bien la amplitud de esa amargura, ya que en las elecciones del 2002 una izquierda atomizada le impidió pasar de la primera vuelta, colándose Jean Marie Le Pen en segunda vuelta aquella vez y rechazado por el electorado plural francés.
En estas elecciones el Partido Socialista, manipulado por Francois Hollande desde el poder, alargó el tiempo de las primarias y los resultados reflejaron el rechazo de la propia gente de su partido a su gestión de gobierno: Manuel Valls perdió las primarias socialistas, como era de esperarse.
El Partido Socialista Francés tendrá que reinventarse, Hollande y Valls, confundiendo poder y fuerza estatal sobre una organización de aliento civico político, han aplastado el partido. Y la respuesta fue Benoit Hamon, un candidato oficial sin fuerza en el espectrum electoral con apenas 11% de intención de votos.
Emmanuel Macron, nacido de la banca para el poder, apela a lo generacional, al pragmatismo, robándole espacio a Francois Fillon, delincuente de cuello blanco impresentable en la propia derecha francesa tradicional. Marine Le Pen, busca ventaja discreta en los atentados recientes (Viernes 21 de abril en la noche en la Avenida de Campos Elíseos) apostando a la fobia musulmana e inmigrante. Jean- Luc Melenchon de su lado, ofrece la utopía reformulando a Francia dentro de Europa, pero alimentando de nuevo el Estado Providencia que da muestra de una quiebra total…
ULTIMOS SONDEOS, SORPRESAS E INCERTIDUMBRES EN LA MUERTE DE LA QUINTA REPÚBLICA
Al momento de publicarse este artículo cualquiera de estas 4 personas podría ir a la segunda vuelta. Los más seguros serían Le Pen y Macron, en ese orden o viceversa.
Lo de Fillon o Melenchon sería la gran sorpresa de estas elecciones, porque el consensus para ir a segunda vuelta todo el mundo, hasta el momento, se lo otorgan a Emmanuel Macron y Marine Le Pen…
Está muriendo la V Republique, está muriéndo un paradigma francés de 59 años, en el cual el francés promedio tenía el pecho inflado por el orgullo de su nación y su puesto en la escala mundial.
Nuevos retos esperan a un país al borde del límite de sus grandes errores históricos. El peor de todos: alimentar la base de los terroristas con sangre joven no integrada al suelo nacional, jóvenes criados como extranjeros sin serlo, oportunidad ideal para el lavado de cerebro integrista con la triste cuota de sangre inocente a pagar, rodando por la calles atormentadas de París.
Mañana se muere la V Republique, otra Francia espera por nuevos retos en el Siglo XXI
¿Está madura o preparada para ellos?…
El Tiempo que viene responderá esa pregunta angustiante (CFE)