Washington, 31 oct (EFE/Pedro Alonso).- A sólo ocho días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la pugna entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton por la Casa Blanca se puso hoy al rojo vivo, cuando las encuestas reflejan una contienda muy ajustada a nivel nacional.

Además, la carrera presidencial entró en la recta final con altas dosis de dramatismo y volatilidad a la luz de la sorprendente reapertura de la investigación del Buró Federal de Investigación (FBI) sobre el escándalo de los correos electrónicos de Clinton.

El director del FBI, James Comey, causó sensación el pasado viernes al informar que se investigan 650.000 nuevos mensajes aparentemente vinculados al uso indebido de un servidor de correo electrónico privado de Clinton para el manejo de información confidencial cuando ejercía como secretaria de Estado (2009-2013).

Con ese telón de fondo, Trump y Clinton pisaron hoy el acelerador de sus respectivas campañas con mítines en los estados indecisos de Michigan y Ohio y la vista puesta en los comicios del próximo 8 de noviembre para elegir al cuadragésimo quinto presidente de EEUU.

"¿Cómo puede Hillary gestionar este país si no puede gestionar sus correos electrónicos?", advierte Trump

El anuncio del FBI, criticado por los demócratas y alabado por los republicanos, ha puesto el foco en la ex secretaria de Estado, que se ha visto forzada a dar explicaciones sobre el escándalo, y ha dado munición a Trump, que ahora centra sus ataques en ese caso.

¿Por qué (…) el FBI decide irrumpir en las elecciones sin ninguna prueba de mala conducta? Esa es una buena pregunta", afirmó Clinton en un acto en Kent, en el estado de Ohio.

Los nuevos correos fueron hallados en un ordenador del excongresista Anthony Weiner, acusado de mantener conversaciones sexuales con menores y casado (aunque separado) con Huma Abedin, una de las asesoras más próximas a la candidata presidencial demócrata.

"Ahora quieren revisar correos de un empleado. Por todos los medios, deberían revisarlos y estoy segura de que alcanzarán la misma conclusión a la que llegaron cuando examinaron mis correos. No hay caso", aseveró Clinton en Kent.

La ex secretaria de Estado se refirió así a la decisión del propio director del FBI de no recomendar en julio pasado la interposición de cargos contra la aspirante demócrata, si bien tachó de "muy descuidado" el uso que Clinton hizo del citado servidor.

Como era de esperar, Trump volvió hoy a utilizar el escándalo como arma arrojadiza contra Clinton en Grand Rapids, en Michigan, un estado otrora orgullo de la industria automovilística estadounidense, pero venido a menos por la crisis económica.

"¿Cómo puede Hillary gestionar este país si no puede gestionar sus correos electrónicos?", se preguntó el magnate inmobiliario.

"Gracias. Huma. Buen trabajo. Buen trabajo, Anthony Weiner", espetó con ironía el multimillonario neoyorquino, quien se declaró "seguro de que lo que hay en esos correos es devastador, pese a que el FBI todavía trata de averiguar su contenido.

Trump, que en julio criticó a Comey por no aconsejar la imputación de cargos contra Clinton, mudó hoy de parecer sobre el jefe del FBI, a quien dio "crédito" y atribuyó "coraje para hacer lo que hizo" el viernes al reabrir la investigación del caso.

"Ahora quieren revisar correos de un empleado. Por todos los medios, deberían revisarlos y estoy segura de que alcanzarán la misma conclusión a la que llegaron cuando examinaron mis correos. No hay caso", aseveró Clinton

"Este es el mayor escándalo desde el Watergate", que provocó la dimisión del presidente Richard Nixon en 1974, remarcó el magnate.

"En ocho días -agregó Trump-, vamos a vencer en Michigan y vamos a ganar de nuevo la Casa Blanca".

Ante las dudas que ha suscitado la decisión del FBI teniendo en cuenta que los comicios están a la vuelta de la esquina, el presidente de EEUU, el demócrata Barack Obama, no cree que Comey trate "intencionadamente" de influir en el resultado de las elecciones, aseguró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

El fantasma de los correos de Clinton, pues, campa otra vez por la campaña electoral cuando varias encuestas de intención de voto a nivel nacional parecen reflejar hoy que se ha evaporado la ventaja que, hace bien poco, disfrutaba la ex primera dama.

Clinton sólo saca entre uno y tres puntos a Trump en la actualidad, según dos encuestas publicadas hoy en Estados Unidos con unos márgenes de error que oscilan entre el 2 y el 2,5 por ciento.

Uno de los sondeos, hecho el pasado fin de semana por el diario Politico y la empresa Morning Consult entre 1.772 votantes tras el anuncio del FBI, revela que el 39 por ciento no variará su voto tras la reapertura del caso de los correos.

Un 33 por ciento confiesa, sin embargo, que ve "menos probable" que vaya a votar a la ex primera dama.

Otros dos estudios demoscópicos divulgados entre el domingo y hoy indican también que el magnate inmobiliario ha logrado darle la vuelta a los sondeos en un estado crucial como Florida, donde aventaja a su rival demócrata en cuatro puntos.

Según la web RealClear Politics, que confecciona una media de las encuestas publicadas en el país, Clinton saca hoy a Trump 2,5 puntos, una ventaja que, hace una semana, rondaba los 6 puntos.

Ahora está por ver si hay más sorpresas de aquí a la votación del 8 de noviembre, porque la web Wikileaks, que recientemente filtró correos electrónicos de John Podesta, jefe de campaña de Clinton, ha adelantado con tono muy enigmático que esta semana comienza "la tercera fase" de su "cobertura de las elecciones de EEUU". EFE