Ginebra, 2 ago (EFE).- Los relatores especiales para la libertad de expresión de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), David Kaye y Edison Lanza, respectivamente, condenaron hoy los "repetidos ataques" del presidente de EEUU, Donald Trump, a la libertad de prensa, y le urgieron a cesarlos.
"Sus ataques son estratégicos, diseñados para socavar la confianza en el periodismo y para generar dudas sobre hechos verificables", señalaron en un comunicado conjunto los dos expertos.
El presidente de EEUU ha dicho que los medios de comunicación son "enemigos de los estadounidenses" y "muy deshonestos", y les acusa a menudo de difundir noticias falsas, de distorsionar la democracia y de publicar teorías de la conspiración, recordaron Kaye y Lanza.
"Estos ataques son contrarios a las obligaciones del país de respetar la libertad de prensa y el derecho internacional de derechos humanos", recalcaron los relatores, que expresaron su temor a que los periodistas puedan sufrir actos de violencia por los comentarios negativos hacia ellos por parte de Trump.
Kaye y Lanza dijeron que el presidente estadounidense y otros dentro de su administración han pretendido "socavar" el periodismo que ha descubierto casos de fraude, abusos y eventuales comportamientos ilegales, así como fomentar la desinformación.
"Cada vez que el presidente llama a los medios el enemigo de los ciudadanos o no permite preguntas de periodistas de corporaciones mediáticas que él detesta, sugiere que existen motivaciones malvadas o una inquina hacia él" por parte de la prensa, indicaron.
A su juicio, es esencial que el Gobierno estadounidense "promueva el papel de una prensa vibrante que haga frente a la rampante desinformación".
"Por ello urgimos al presidente Trump a no solamente cesar de utilizar su plataforma (como mandatario) para denigrar a los medios, sino que también condene los ataques contra ellos, como las amenazas dirigidas a la prensa en sus propios mítines" políticos, afirmaron.
También instaron al Gobierno estadounidense, incluido al Departamento de Justicia, a evitar promover casos contra periodistas para identificar fuentes confidenciales, algo que socava la independencia de los medios y la capacidad de la opinión pública a tener acceso a la información.
EEUU, señalan Kaye y Lanza, debe dejar además de recurrir a la ley contra el espionaje para evitar filtraciones de denunciantes que se mantienen en secreto.
Por último, instaron a todos los periodistas a actuar en solidaridad para contrarrestar "los esfuerzos del presidente Trump de dar prioridad a unos medios por encima de otros. EFE