Washington, 12 ene (EFE/Beatriz Pascual Macías).- La organización Human Rights Watch (HRW) advirtió hoy de la posibilidad de que el mundo entre en una nueva "era negra" para los derechos humanos debido al resurgimiento de una peligrosa ola de populismo encarnada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

Hacía años que HRW no presentaba su informe anual en Washington, ciudad que ahora "representa" la amenaza del autoritarismo para los derechos humanos en el mundo y que ha tomado el relevo a Estambul, sede de la anterior presentación, detalló hoy en una rueda de prensa el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.

"Si prevalece la atracción del líder autoritario y las voces de la intolerancia, el mundo corre el riesgo de entrar en una era oscura", alertó Roth durante la presentación del informe.

La organización alerta de una "nueva generación de populistas", que pretende hablar por el "pueblo" y, en nombre de la "voluntad de la mayoría", amenaza los derechos de aquellos que ven como un obstáculo, es decir, los refugiados, las minorías, los inmigrantes y las comunidades indígenas.

"El nativismo, la xenofobia, el racismo y la islamofobia están en auge", alertó Roth, que comparó a los nuevos "demagogos" con los fascistas y comunistas del pasado siglo.

El director ejecutivo de Human Rights Watch consideró que la campaña presidencial de Trump ha sido un ejemplo de la "política de la intolerancia" basada en ataques a las mujeres, a las personas con discapacidad, a los musulmanes, a los refugiados y a los inmigrantes indocumentados.

Como muestra de esa situación, Roth señaló la victoria del "brexit" (la salida de la Unión Europea) en Gran Bretaña y la creciente influencia de los líderes de la derecha radical europea, la francesa Marine Le Pen, el holandés Geert Wilders y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

"Nos preocupa profundamente que Trump mine muchos de los estándares que son vitales para la democracia", dijo Roth.

En ese sentido, habló de los ataques a los inmigrantes indocumentados formulados por Trump, quien en la campaña presidencial prometió deportar a los once millones de indocumentados que viven en el país y tras las elecciones dijo que expulsaría a los que tienen "antecedentes penales", cerca de tres millones.

Roth denunció que hay poca claridad sobre el criterio que usará el Gobierno de Trump para determinar quiénes entran dentro de la categoría de "criminal", puesto que en muchos casos los inmigrantes cuentan con antecedentes penales por haber tratado de reingresar de manera irregular en territorio estadounidenses.

"Hay que tener mucho cuidado para ver qué significa eso de ser criminal", subrayó Roth.

La ONG también avisó del "avance del autoritarismo" en Egipto bajo el Gobierno del presidente Abdelfatah al Sisi y en Turquía, donde el fallido golpe de Estado ha servido al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para "reprimir" a decenas de miles de personas consideradas simpatizantes de los golpistas.

Dentro de esa ola de populismo, la organización alerta de "una nueva fascinación por el autoritarismo" y de la pasión que despiertan los líderes que implementan la ley del más fuerte.

Ese perfil se hace patente, según la organización, en líderes como el presidente ruso, Vladímir Putin, el presidente de China, Xi Jinping, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quienes acusa de haber dañado económicamente a sus sociedades mientras reprimen el derecho de reunión y de expresión.

"(Venezuela) es una muy buena ilustración del fenómeno del hombre fuerte y autoritario, pero también del desastre que eso significa para la gente del país", afirmó Roth.

Human Rights Watch comparó la situación de autoritarismo en Venezuela con la de Cuba, donde el Gobierno de Raúl Castro "continúa reprimiendo el disenso y castigando la crítica pública".

Para el director ejecutivo de HRW, la solución para Venezuela y Cuba pasa por un enfoque multilateral y no solo por el acercamiento unilateral de Estados Unidos, cuya aproximación con La Habana no ha traído los progresos en derechos humanos a los que aspiraba la organización humanitaria.

En Europa, el informe asegura que la crisis de los refugiados y la oleada de ataques terroristas ha reforzado sentimientos de islamofobia y xenofobia, en algunos casos con ataques a musulmanes o migrantes y con un creciente apoyo a partidos populistas antiinmigración en varios países.

Como muestra de esa situación, Roth señaló la victoria del "brexit" (la salida de la Unión Europea) en Gran Bretaña y la creciente influencia de los líderes de la derecha radical europea, la francesa Marine Le Pen, el holandés Geert Wilders y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

El informe también recoge las violaciones de derechos humanos en diferentes países de África y de Oriente Medio, donde Roth destacó la guerra en Siria y denunció los continuos ataques a la población civil por parte del régimen de Bashar al Asad, así como sus sitios a ciudades como Aleppo.

"Los ataques a los civiles de Asad son la razón por la que tenemos más de cinco millones de refugiados", dijo Roth.

Human Rights Watch elabora informes anuales desde 1989 y, en esta ocasión, estudió la situación de los derechos humanos en 90 países. EFE