Nueva York, 28 oct (EFE).- Los nuevos datos surgidos en las pesquisas del FBI sobre el servidor de correo electrónico de la candidata demócrata a la Presidencia de EE.UU., Hillary Clinton, proceden de dispositivos incautados a una ayudante suya y su esposo, informó hoy el diario The New York Times.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) anunció hoy que reabrió las investigaciones sobre los correos electrónicos de la exsecretaria de Estado por datos surgidos en "un caso no relacionado", sin precisar detalles.
Según el diario, que cita fuentes oficiales no identificadas, se trata de investigaciones que lleva a cabo sobre mensajes de texto enviados a una adolescente de 15 años en Carolina del Norte por el excongresista Anthony Weiner, esposo de Huma Abedin, una importante ayudante de Clinton en la campaña electoral.
De acuerdo con esta versión, los nuevos correos electrónicos que motivaron la apertura de las investigaciones fueron descubiertos después de que el FBI se incautó de dispositivos electrónicos de Abedin y de su esposo.
El New York Times sostiene que el FBI informó al Congreso del hallazgo de nuevos correos electrónicos vinculados con las investigaciones que estaba realizando por el uso de un servidor de correo electrónico privado utilizado por Clinton cuando era secretaria de Estado.
Una de las fuentes consultadas por el periódico informó que los nuevos correos electrónicos que se aportan a la investigación pueden ser "miles".
Huma Abedin anunció el pasado 29 de agosto que había decidido separarse de su marido a raíz del escándalo en el que estaba envuelto Weiner, que dejó su asiento en el Congreso en 2011, por el envío de mensajes y fotografías de contenido sexual.
Abedin es una de las colaboradoras más próximas a Clinton, con quien lleva trabajando desde mediados de los años noventa y a quien ha apoyado en sus dos campañas presidenciales. EFE
James Comey, el director del FBI con pasado rebelde y republicano
Washington, 28 oct (EFE/Raquel Godos).- James Comey, que fue nombrado por Barack Obama para dirigir el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en 2013, reabrió hoy la caja de los truenos para las aspiraciones presidenciales de la demócrata Hillary Clinton, al resucitar la pesquisa sobre el polémico caso de sus correos electrónicos.
A apenas 11 días de las elecciones presidenciales, Comey decidió reabrir la investigación sobre el servidor privado para correos electrónicos que Clinton usó cuando era secretaria de Estado (2009-2013), algo que puede poner en serios problemas sus aspiraciones a la Casa Blanca.
Clinton ha sido objeto de numerosas críticas y acusaciones de negligencia por haber utilizado una cuenta no oficial del Departamento de Estado para asuntos de interés nacional.
No es la primera vez que Comey, que en julio pasado dio por terminada la investigación y recomendó que la ex primera dama no fuera imputada por usar servidores de correo electrónico privados para asuntos oficiales, se sale del redil del Gobierno.
Republicano confeso y ex alto funcionario en el Gobierno de George W. Bush, también se rebeló ante las medidas del republicano en respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra EE.UU. (11S), y muchos vieron su nombramiento al frente del FBI como un gesto de Obama en busca de acuerdos bipartidistas.
El director del FBI, quien ha reiterado en varias ocasiones que ya no milita en ningún partido, alcanzó sus metas profesionales más ambiciosas con Bush en la Casa Blanca y llegó a hacer donaciones para las campañas presidenciales de los dos rivales del actual presidente: John McCain y Mitt Romney.
Nacido en la localidad de Yonkers (Nueva York), creció en Allendale, en el vecino estado de Nueva Jersey, donde cursó hasta la educación secundaria. En 1982 se graduó en la Universidad William y Mary de Virginia, especializándose en Química y Religión, y en 1985 se doctoró en la Universidad de Derecho de Chicago.
Antes de incorporarse a la Administración Bush, Comey se desempeñó como fiscal para el Distrito Sur de Nueva York entre 2002 y 2003, haciéndose cargo de algunos casos que llegaron a acaparar la atención mediática en el país.
Comey se convirtió en el "número dos" del Departamento de Justicia estadounidense en diciembre de 2003, un momento de grave crisis política y constitucional en EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y tras los cuales el entonces presidente George W. Bush había ordenado al FBI "adoptar una mentalidad de guerra", como el propio Bush apuntó en sus memorias.
Los agentes del FBI, bajo la recién empezada dirección de Robert Muller, rastrearon miles de llamadas telefónicas, correos electrónicos y direcciones de internet en EE.UU. junto al espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés).
El jefe de Comey y fiscal general de la época, John Ashcroft, se encargó de autorizar cada 45 días programas de investigación secretos bajo el código Stellar Wind. El número de personas conocedoras de esos programas dentro de la Administración era muy reducido, pero Comey estaba entre ellos.
Sin embargo, el director del FBI creía que estas prácticas violaban algunos de los pilares constitucionales de EE.UU., a través de allanamientos e incautaciones y convenció a Muller de que esas prácticas no habían detenido ningún ataque terrorista ni estaban ofreciendo frutos a la seguridad nacional.
El 4 de marzo de 2004, aconsejó al fiscal general que no volviera a autorizar Stellar Wind, a lo que Ashcroft accedió. Esa misma noche, el secretario de Justicia sufrió una severa pancreatitis que dejó a la actual cabeza del FBI como jefe en funciones de la justicia estadounidense.
Solo unos días después, Bush ordenó al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Andrew Card, y a su consejero Alberto Gonzales que obtuvieran la firma de Ashcroft para la reautorización del programa.
Pese a las insistencias del expresidente, Ashcroft, que se encontraba en cuidados intensivos después de ser operado, se negó a firmar el programa, que calificó de ilegal, y señaló a Comey como el encargado de tomar esa decisión al ser el fiscal general en funciones.
Ante las negativas, Bush firmó por sí mismo la reautorización la mañana siguiente, actuando como comandante en jefe y anulando todas las órdenes inferiores. Comey solo duraría poco más de un año en el cargo.
Tras su decisión de hoy de reabrir la delicada investigación sobre el escándalo de los correos electrónicos de Clinton, ha vuelto a las portadas de los medios de comunicación como un rebelde, poniendo en jaque las aspiraciones de la heredera natural de quien un día lo nombró para el cargo que ahora ostenta. EFE
Campaña de Clinton pide al FBI que revele los detalles de los nuevos correos
Washington, 28 oct (EFE).- La campaña de la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, pidió hoy al director del FBI, James Comey, que revele "inmediatamente" los detalles de los nuevos correos electrónicos sobre los que ha basado la reapertura de la investigación acerca del escándalo de su servidor privado.
El jefe de campaña de Clinton, John Podesta, urgió a Comey a publicar dicha información, especialmente después de haber cerrado el caso en julio pasado y cuando apenas queda una semana y media para los comicios del 8 de noviembre.
"El director del FBI debe hacer pública inmediatamente la información que está contenida en la carta que envió a ocho presidentes de los comités republicanos. (…) Es extraordinario que veamos algo como esto a solo 11 días de una elección presidencial", subrayó Podesta en un comunicado.
El jefe de campaña de la política demócrata recordó que el propio Comey "declaró que ningún fiscal razonable podría seguir adelante con un caso como este".
"En los meses transcurridos desde entonces (el candidato presidencial) Donald Trump y sus aliados republicanos han seguido poniendo en duda al FBI y, tanto de manera pública como privada, intimidando a los funcionarios para volver a revisar su conclusión en un desesperado intento de dañar la campaña presidencial de Hillary Clinton", reiteró.
Podesta insiste en que la carta remitida por Comey a varios presidentes de comités del Congreso alude a un caso no relacionado con las investigaciones previas y el propio director del FBI señala que puede que ni siquiera sean significativas.
"El director le debe al pueblo estadounidense proporcionar de inmediato todos los detalles de lo que ahora está examinando. Estamos seguros de que esto no producirá ninguna conclusión diferente de la que el FBI llegó en julio", concluyó.
Según el diario The New York Times, que cita fuentes oficiales no identificadas, se trata de investigaciones que lleva a cabo sobre mensajes de texto enviados a una adolescente de 15 años en Carolina del Norte por el excongresista Anthony Weiner, esposo de Huma Abedin, una importante ayudante de Clinton en la campaña electoral. EFE