La explosión de un camión cisterna cargado de combustible en Cap-Haitien, en el norte de Haití, causó este martes la muerte de al menos 61 personas y ocasionó cerca de un centenar de heridos, en un accidente derivado de la profunda crisis que atraviesa el país.
Las llamaradas se tragaron un numeroso grupo de personas que intentaban saquear el camión, volcado en una calle tras sufrir un accidente, y causaron cuantiosos daños en al menos 20 viviendas situadas en la zona del siniestro.
La Alcaldía de Cap-Haitien calcula que cerca de un centenar de personas resultaron heridas, entre las cuales al menos 15 pacientes en estado grave han sido evacuados por vía aérea a otras ciudades.
El accidente
El camión cisterna se accidentó esta madrugada, poco después de la medianoche, al intentar esquivar una motocicleta en una curva y se volcó en una calle en Pont Grand Bois et Samarie, una barriada popular en el centro de Cap-Haitien, la segunda mayor ciudad del país, según dijo a Efe el vicealcalde, Patrick Almonord.
Entonces, decenas de personas se arremolinaron en torno al camión cisterna para tratar de robar el combustible, un bien preciado en Haití, en medio de la crisis de desabastecimiento de carburante que afecta al país desde el pasado octubre.
"A pesar de que el conductor les prohibió acercarse al camión cisterna, la gente asaltó el camión. Les interesaba el combustible. La gente vino con un martillo para golpear la cisterna. Después, el camión cisterna explotó", relató Almonord.
Decenas de cadáveres carbonizados quedaron esparcidos por la calle, mientras que el fuego y la onda expansiva causaron cuantiosos daños en las viviendas cercanas al camión, que quedó reducido a un amasijo de hierros.
Hospitales colapsados
Numerosos heridos fueron atendidos en el suelo de los dos principales centros médicos de la ciudad, el Hospital Universitario Justinien y el Hospital Convention Baptiste, que se quedaron sin camas debido a la gran afluencia de heridos, según imágenes difundidas por las redes sociales.
Almonord explicó que la sala de urgencias del hospital Justinien, el mayor de la ciudad, "no es grande", por lo que quedó "desbordado".
De inmediato, el Gobierno haitiano envió médicos y socorristas desde la capital para montar dos hospitales de campaña y dar apoyo a los centros médicos de la ciudad, mientras que las agencias de la ONU enviaron cargamentos médicos de urgencia.
Al menos 15 heridos graves fueron trasladados por vía aérea a Puerto Príncipe y a la ciudad de Hinche, para ser atendidos en hospitales especializados en el tratamiento de quemaduras graves, según informó Protección Civil.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, decretó tres días de luto oficial, viajó este martes a la ciudad para conocer de primera mano la situación tras la explosión y anunció el desbloqueo de fondos de urgencia para asistir a las víctimas y costear funerales de Estado.
Un accidente derivado de la crisis
El accidente se produjo en momentos en los que Haití no ha conseguido solucionar los problemas de suministro de combustible ocasionados en los últimos meses.
El desabastecimiento de carburante se desencadenó en octubre pasado debido a la acción de las bandas armadas, que en los últimos meses multiplicaron los robos y los secuestros contra los camioneros.
Las bandas llegaron a bloquear el acceso a unos depósitos de combustible en el puerto de Puerto Príncipe, para chantajear al Gobierno.
Esta crisis llegó a paralizar las actividades económicas de buena parte del país durante un par de semanas en octubre y generó un mercado negro en el que se dispararon los precios del carburante.
Los derivados de petróleo suponen la principal fuente de energía en el país, puesto que alimentan los generadores eléctricos que usan todas las empresas y las instituciones públicas, así como muchos ciudadanos en sus casas, para hacer frente a los frecuentes apagones.
Haití atraviesa la ola de violencia más grave en décadas, en el contexto de una grave inestabilidad política, agravada con el asesinato del presidente Jovenel Moise, perpetrado el pasado 7 de julio.