Washington, Estados Unidos (EFE).- La Fundación Clinton anunció este jueves varios cambios en caso de que gane la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, las elecciones de noviembre, entre las que destaca la renuncia a recibir donaciones desde el extranjero o de corporaciones.
De este modo, la fundación, cuyo nombre completo es Fundación Bill, Hillary y Chelsea Clinton, tan solo recibirá donaciones de ciudadanos estadounidenses y de entidades sin ánimo de lucro.
Además, gane o pierda la ex primera dama los comicios, la fundación dejará de organizar la Iniciativa Global Clinton, un encuentro anual que reúne a mandatarios, grandes empresarios, donantes y famosos.
La Iniciativa Global Clinton celebrará su duodécimo y último encuentro en septiembre en Nueva York, coincidiendo con la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La fundación de los Clinton, que ha recaudado más de 2.000 millones de dólares en algo menos de dos décadas, es una arma utilizada habitualmente por los republicanos y especialmente su candidato, Donald Trump, para desprestigiar a la ex primera dama
El último cambio en la fundación llegará con la renuncia del expresidente estadounidense Bill Clinton de su junta directiva, mientras que el futuro rol de Chelsea, la hija de los Clinton, aún no se ha definido.
Hillary Clinton ya renunció a su puesto en la junta tras anunciar sus aspiraciones presidenciales el año pasado.
Fundada en 1997, no fue hasta que Bill Clinton dejó la Casa Blanca en 2001 que la familia tomó las riendas de la organización.
La fundación de los Clinton, que ha recaudado más de 2.000 millones de dólares en algo menos de dos décadas, es una arma utilizada habitualmente por los republicanos y especialmente su candidato, Donald Trump, para desprestigiar a la ex primera dama.
Algunas críticas apuntan a que parte de estos 2.000 millones de dólares llegaron de Gobiernos extranjeros, algunos con políticas a las antípodas de Estados Unidos, por lo que Clinton podría tener deudas con ellos de llegar a la Casa Blanca.
En el mismo sentido, los conservadores han reprochado que algunos de los donantes tuvieran una relación demasiado cercada con Clinton y sus asesores mientras se desempeñó en el cargo de secretaria de Estado, entre 2009 y 2013.
Aunque los Clinton siempre han negado cualquier tipo de conflicto de interés entre la fundación y su carrera política, los cambios anunciados han sido recibido por sus críticos como un reconocimiento implícito a que el problema, de hecho, existió.
El presidente del Partido Republicano, Reince Preibus, afirmó: "Ahora que han admitido que hay un problema, la Fundación Clinton debería dejar de aceptar donaciones del extranjero de inmediato y devolver hasta el último centavo recibido de otros países, muchos de ellos con un historial atroz de Derechos Humanos o con vínculos con el terrorismo". EFE