Washington, Estados Unidos (EFE/Cristina García Casado).- Un centenar de personas se concentró este domingo frente al nuevo hotel del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en la capital estadounidense para protestar contra "su discurso de odio e intolerancia" coincidiendo con el 53 aniversario de la Marcha sobre Washington por la igualdad racial.
"Un día como hoy en 1963 Martin Luther King nos dio con su discurso 'Tengo un sueño' un mensaje de unidad y paz que es básicamente lo que necesitamos en este momento en el que el mensaje de intolerancia, odio y división se ha convertido en el discurso nacional", dijo a Efe Franklin García, representante del Distrito de Columbia, donde está Washington, en el Congreso.
El político de origen dominicano y afiliación demócrata asegura, con una chapa de "Dump Trump" (deja a Trump) en la chaqueta, que la protesta de va más allá de la candidatura del magnate y responde a una campaña electoral marcada por los "mensajes de odio y división".
"Trump es el ente que maneja todo este odio, es quien ha elevado la retórica negativa. Y lo ha hecho contra los musulmanes, los latinos, las mujeres, los afroamericanos…", continúa.
Entre los manifestantes había latinos, negros, blancos, musulmanes, hombres, mujeres, jóvenes y mayores con pancartas como "No tolerancia para el racismo antimusulmán", "No racismo, no Trump" o, la principal, "Nosotros, el pueblo, declaramos a Donald Trump en bancarrota moral, estás despedido".
El acto de protesta, que duró alrededor de una hora, comenzó con las palabras de la reconocida reverenda afroamericana Gail Anderson Holness, que participó en los años sesenta en el movimiento por los derechos civiles de las personas negras en Estados Unidos.
"Ella estuvo en la Marcha, con otras 300.000 personas venidas de todo el país para dar un mensaje de unidad y paz. Qué mejor día para protestar contra la retórica del odio de esta campaña electoral que hoy", apunta García.
Entre los manifestantes había latinos, negros, blancos, musulmanes, hombres, mujeres, jóvenes y mayores con pancartas como "No tolerancia para el racismo antimusulmán", "No racismo, no Trump" o, la principal, "Nosotros, el pueblo, declaramos a Donald Trump en bancarrota moral, estás despedido".
"No se olviden de votar", arenga en español Héctor Rodríguez, de origen puertorriqueño y presidente la asociación Latin American Voters of America (LAVA).
"Trump es un racista, sus políticas son racistas y ahora está arrodillado tratando de pedir el voto a los latinos y negros y debe de creer que somos unos estúpidos o algo así, pero el diablo siempre se reconoce y no vamos a dejarlo pasar", comenta a Efe.
"Tenemos más de 28 millones de latinos elegibles para votar -prosigue-, yo digo, despierta latino, defiende lo tuyo, defiende tu libertad".
"Nosotros somos los americanos auténticos, no tenemos que pedir permiso a nadie", agrega.
Con ese mismo mensaje acudió a la protesta Jacy, un joven indígena de padres centroamericanos que acaparó la atención de las cámaras con las palabras "Fuck Trump" (jode a Trump) pintadas en su pecho y la pancarta "Fuck Trump. Go back to Europe" (Jode a Trump. Vuelve a Europa).
"Trump no sabe ni de dónde viene y es un racista. Por eso le digo, vuelve a Europa. Nosotros somos nativos de este continente, él no sabe nuestra historia", cuenta indignado a Efe.
Con un tono más calmado, el negro Charles McMoore explica que más que racista lo que él cree que es Trump "es una persona con muchos problemas mentales, un auténtico bipolar".
"Lo que no me gusta es que dice una cosa y hace la otra siempre. Cambia constantemente y yo no quiero subirme a un avión que dice que va a Nueva York y luego acaba en Cuba", señala.
"Básicamente es que no confío en él. Pero además yo soy demócrata y siempre seré demócrata. Estoy con la gente que está con la gente", agrega.
El electorado negro es el que más se le resiste a Trump, que no supera el 10% del apoyo de este grupo en los sondeos.
Consciente de su impopularidad entre negros y latinos, el magnate intentó en los últimos días acercarse a estos electorados claves sin los que los expertos consideran que será imposible que gane las elecciones.
Sin embargo, los bandazos que ha dado en sus propuestas y mensajes para estos grupos, a los que además ofendió en numerosas ocasiones, ponen cuesta arriba que pueda arañar algo de territorio en dos grupos ampliamente favorables a los demócratas y a su candidata este año, Hillary Clinton. EFE