Con México, Honduras, Bolivia, Perú, Argentina y Chile, América Latina de nuevo gira hacia la izquierda después de un período de ascenso de los gobiernos de derecha o conservadores. Además de los gobiernos de estos seis países, están los de la izquierda que se proclama marxista-leninista: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y lo más probable es que Brasil vuelva a tener un gobierno de izquierda moderada en la persona de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya gobernó al gigante latinoamericano en dos períodos consecutivos (2002-2010).

Hace cinco años el continente de las Américas asistió a la elección de gobiernos conservadores e incluso de extrema derecha. En Estados Unidos, el hombre de negocios y del espectáculo de televisión Donald Trump asumió el gobierno el 20 de enero de 2017.

El nada diplomático, agresivo negociador y agitador mediático hizo distanciar a Estados Unidos de sus más antiguos y tradicionales aliados, además de incrementar las heridas y recelos con sus vecinos latinoamericanos e incluso con su vieja aliada del norte, Canadá.

En los siguientes años no solo EEUU vería el ascenso de un hombre de la derecha dura, con un discurso que desempolvó viejas ideas supremacistas blancas.  A partir de ese momento también en América Latina la derecha empezaba un período de recuperación o fortalecimiento de poder y espacio, tanto por vía de las elecciones como mediante golpes de Estado.

En unos países la derecha desplazaba a la izquierda, en otros consolidó su dominio político: Brasil (Jair Bolsonaro), Argentina (Maurico Macri), Chile (Sebastián Piñera), Uruguay (Luis Lacalle Pou), Ecuador (Lenín Moreno y luego Guillremo Lasso), El Salvador (Nayib Bukele), Guatemala (Alejandro Giammattei), Honduras (Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández), Colombia (Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque) Paraguay  (Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez), Bolivia  (Jeanine Áñez Chávez) entre otros casos.

Regreso a la izquierda

Desde finales de 2020 y durante 2021 la izquierda y los liberales recuperaron en gran medida el poder perdido y regresaron a los gobiernos. Desde EEUU, que vivió la derrota de Donal Trump y el regreso de los demócratas, con Joe Biden, que ha tratado de proyectarse verbalmente menos agresivo, más diplomático.

Antes, México asistió al ascenso al poder de Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), un partido que prometía gobernar distinto a los tradicionales PRI y PAN, sobre todo dejar atrás cientos de años de corrupción y falta de transparencia. AMLO, como se le suele llamar, es un hombre de la izquierda moderada, aunque frente a su entonces colega Donald Trump se comportó complaciente y más conservador de lo esperado en momentos en que el beligerante presidente estadounidense insultaba a los mexicanos y a otros latinoamericanos.

Bolivia

Con el golpe de Estado de 2019 al presidente Evo Morales, tras la crisis política derivada de unas elecciones denunciadas como irregulares y no limpias, tanto por la oposición como por la Central Obrera Boliviana, fue instalada en el poder la entonces vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez. Uno de sus primeros actos de gobierno fue llevar una gran Biblia al palacio presidencial para simbolizar que las tradiciones dejadas por los conquistadores volverían al gobierno, tras el período de reivindicación de lo indígena que propició Evo Morales.

Ultraconservadora, Áñez intentó permanecer en el poder, pese a que su presidencia estaba señalada a ser de transición con el encargo de organizar las elecciones. Presionada por sus propios aliados, declinó. El candidato de su coalición, Carlos Mesa, fue derrotado por el candidato de la coalición de izquierda, Luis Arce, que logró ganar y crear las condiciones para el regreso al país del exiliado expresidente Evo Morales, quien se hallaba en México.

Argentina

En marzo de 2021 retorno el justicialismo (izquierda moderada) al poder, con Alberto Fernández. Su compañera de boleta fue la expresidente Cristina Fernández, hoy vicepresidenta. Así terminó el cuatrienio del empresario y hombre de la derecha tradicional Mauricio Macri, que generó un profundo descontento en los sectores medios y en la clase obrera. Pero los Fernández enfrentan muchos problemas, y de no mejorar la situación actual de la economía para revertir el creciente descontento popular, es probable que la derecha retorne al poder con Macri u otro candidato.

Perú

El profesor izquierdista Pedro Castillo (José Pedro Castillo Terrones) sorprendió al Perú y al mundo al emerger como el candidato presidencial con mayor pocentaje en la primerva vuelta de las elecciones del 11 de abril de 2o21 con el 18.92 % de los votos. Su competencia más cercana fue la diputada derechista Keiko Fujimori, hija del dictador Alberto Fujimori. Ambos se enfrentaron en la segunda vuelta, el 6 de junio, y Castillo, con el  50.126%, venció a Fujimori, que obtuvo el 49.874%. Dado el factor de la fragmentación política, que se expresó en primera vuelta tanto por la diversidad del voto para las presidenciales como en las elecciones parlamentarias, Castillo verá difícil su propuesta inicial de reformar la Constitución. De igual manera, el propósito de los opositores, de echarlo del poder con la aprobación de un pedido de vacancia presidencial, requeriría de una mayoría de votos parlamentarios que no tiene ninguna de las bancadas. Castillo no ha asumido posturas radicales de izquierda, como propagaron sus contrarios durante la campaña. Incluso, ha tomado distancia de los gobiernos de Venezuela y  Nicaragua.

Honduras

En Honduras, tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, en el año  2009, y los sucesivos gobiernos derechistas de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, la reconocida dirigente política y activista cívica Xiomara Castro, esposa de Zelaya, ganó las elecciones el 28 de noviembre de 2021.  Tomará posesión del cargo el 27 de enero de 2022 y se espera que ponga en marcha reformas que fortalezcan el Estado de derecho de las mujeres hondureñas y de otros segmentos de la población que sufren discriminación y exclusión.

Chile

Tras sucesivos gobiernos del centro y de la derecha, que se alternaron en la presidencia desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990, Chile eligió al empresario derechista Sebastián Piñera en 2010. Su gobierno fue sustituido por Michelle Bachelet, que ya había sido presidenta en 2006 y 2010. De nuevo Piñera fue electo presidente para el período 2018-2022. En los últimos lustros Chile ha asistido a un profundo descontento social, que primero se expresó en protestas de los estudiantes por el incremento del precio del transporte, de los servicios de educación y de salud. Posteriormente, se agregaron otros segmentos de la sociedad que reclaman poner fin al sistema de pensiones privadas. El gobierno de Piñera optó por ceder ante el reclamo de una reforma de la Constitución mediante consulta a la población. Uno de los líderes de la primera hola de protestas, Gabriel Boric, que hoy tiene 35 años, emergió como candidato presidencial de una coalición que incluye partidos y movimientos de centro y al Partido Comunista.  En la primera vuelta, celebrada el 21 de noviembre de 2021, Boric obtuvo el 25.83% de los votos, y pasó a segunda vuelta para competir con el ultraderechista José Antonio Kast,  de la coalición liderada por Partido Republicano, que alcanzó el 27.91%. En la segunda vuelta, del 19 de diciembre de 2021,​ Boric ganó la Presidencia de la República con 55,8 %. Kast lo reconoció y felicitó esa misma noche. Boric tomará posesión el próximo 11 de marzo de 2022.

Brasil

Tras el llamado "golpe blando" que sacó del poder a la presidenta Dilma Rousseff en 2016, Brasil hizo la transición de los gobiernos de la izquierda moderada del Partido de los Trabajadores (con Lula da Silva y Rousseff) hacia la extrema derecha. El exmilitar y autoproclamado machista y racista Jair Bolsonaro ganó las presidenciales de 2018. Todos los estudios de opinión serios registran un alto descontento de la población y otorgan amplias posibilidades de triunfo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, que logró ser descargado y revertir sentencias injustas en su contra. Un regreso de Lula da Silva al poder haría de Brasil el séptimo gobierno latinoamericano gobernado por la izquierda moderada, que fortaleción en 2021.