Washington, 8 may (EFE).- El exdirector del FBI James Comey aconsejó hoy a los abogados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tengan cuidado y piensen muy bien si su cliente debe ser interrogado por el fiscal de la trama rusa, Robert Mueller, porque "miente mucho".

"Tendrían que pensar mucho sobre eso dado que su cliente es alguien que miente mucho", afirmó Comey en un diálogo en el diario The Washington Post.

"Eso no significa que no lo hagas, y como estadounidense realmente creo que es muy importante que un presidente coopere. Pero, como abogado, deberías tenerlo en consideración y preparar bien a tu cliente", consideró Comey, que estos días está promocionando su libro de memorias "A Higher Loyalty".

Comey se refirió así a una posible entrevista de Trump con Mueller debido a que mentir al FBI es un crimen penado con un máximo de cinco años de cárcel y una multa de 250.000 dólares.

Por ese crimen ya se han declarado culpables varias de las principales figuras de la investigación sobre la trama rusa, como el exasesor de seguridad nacional del mandatario, Michael Flynn, y Rick Gates, el que fuera "número dos" de su campaña para las elecciones de 2016.

Desde mayo de 2017, de forma independiente al Gobierno, Mueller investiga el alcance de la injerencia rusa en las elecciones, denunciada por las agencias de inteligencia de EE.UU., y si hubo algún tipo de coordinación con miembros de la campaña del ahora presidente.

Antes de Mueller y hasta su despido, Comey fue el encargado de dirigir esa investigación.

Los comentarios de hoy de Comey llegan en un momento de renovada tensión sobre la posibilidad de que Mueller interrogue a Trump.

El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, que recientemente se ha unido al equipo legal de Trump, quiere que antes del 17 de mayo ya estén fijados los parámetros para un futuro interrogatorio.

El cara a cara ente Mueller y Trump marcaría un punto de inflexión en la investigación rusa, aunque Trump no sería el primer presidente en sentarse con un fiscal o enfrentar posibles acusaciones de obstrucción a la Justicia.

Ya en 1998, el entonces presidente Bill Clinton (1993-2001) tuvo que testificar ante un gran jurado por la investigación que llevaba a cabo otro fiscal especial por el escándalo "Whitewater", un turbia trama inmobiliaria que lastró su Presidencia y acabó con un juicio político (impeachment) en el Congreso, del que fue absuelto.

El equipo legal de Trump lleva meses dividido sobre el formato de la comparecencia que deben pedir a Mueller y, durante un tiempo, presionaron para que parte del interrogatorio fuera por escrito con un número concreto de preguntas cerradas para evitar cualquier desliz del mandatario. EFE