Sao Paulo, Brasil (EFE).- Los partidos, sindicatos y movimientos sociales que se oponen al presidente brasileño, Michel Temer, movilizaron este domingo en Sao Paulo a unos 50.000 manifestantes en la mayor protesta hasta ahora organizada contra el nuevo Gobierno y para exigir la anticipación de las elecciones presidenciales de 2018.
A los gritos de "Fuera Temer", vistiendo en su mayoría el rojo característico del ahora opositor Partido de los Trabajadores (PT) e instados por numerosos políticos que participaron en el acto, los manifestante marcharon hasta el Monumento a las Banderas, en el Parque de Ibirapuera y en donde, ya por la noche, fueron animados por músicos que también han expresado su rechazo al Gobierno.
Pese a que los opositores a Temer han organizado manifestaciones en Sao Paulo prácticamente todos los días desde que el 31 de agosto pasado el Senado destituyó a la presidenta Dilma Rousseff, quien ha tildado de "golpista" a su sucesor y quien fuera su vicepresidente, ésta es la primera vez que consiguen una movilización tan expresiva y el claro apoyo de los ahora partidos opositores.
Los manifestantes se concentraron al comienzo de la tarde de este domingo en la céntrica e icónica Avenida Paulista, el corazón financiero de la mayor ciudad brasileña y en donde ocuparon todas las pistas de la vía a lo largo de dos cuadras.
"Hemos realizado manifestaciones en los últimos diez días. Tal vez sea el período más intenso de movilizaciones en los últimos años en Brasil", aseguró por su parte el líder del Movimiento de los Sin Techo, Guilherme Boulos.
Pese a que los organizadores dijeron haber movilizado a al menos 50.000 personas, la Policía Militarizada del estado de Sao Paulo, que cuenta con métodos propios para contabilizar movilizaciones en la Avenida Paulista, se abstuvo de divulgar un cálculo.
La protesta fue convocada por el Frente Pueblo Sin Miedo, que reúne a combativos grupos como el Movimiento de los Sin Tierra (MST) y el Movimiento de los Sin Techo (MTST), así como por el Frente Brasil Popular, que agrupa a partidos de izquierda como el PT y a sindicatos como la gigante Central Única de Trabajadores (CUT).
Entre los políticos que se turnaron en las tarimas montadas por los organizadores estaban dos de los actuales candidatos a la alcaldía de la mayor ciudad brasileña en las elecciones de octubre próximo, el actual alcalde de Sao Paulo y líder del PT, Fernando Haddad, y la diputada y exalcaldesa Luiza Erundina, aspirante por el izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
"Todas estas protestas están dirigidas a combatir el golpe y a aumentar la presión en las calles. Desde que el golpe fue consumado, todo el PT enarbola la bandera por nuevas elecciones", afirmó en su discurso el presidente del PT, Rui Falcao, quien llegó a la Avenida Paulista acompañado por los senadores Lindbergh Farias y Vanessa Grazziotin.
"Hemos realizado manifestaciones en los últimos diez días. Tal vez sea el período más intenso de movilizaciones en los últimos años en Brasil", aseguró por su parte el líder del Movimiento de los Sin Techo, Guilherme Boulos.
El dirigente agregó que los manifestantes se movilizaron para mostrar su rechazo a "un gobierno ilegítimo, sin voto, que protagonizó un fraude contra la soberanía del voto popular y que, al mismo tiempo, quiere poner en marcha un programa con brutal ataque a los derechos laboristas y sociales".
Además de exigir la anticipación de las presidenciales, una reivindicación que se convirtió en la nueva bandera del PT, los manifestantes protestaron contra las reformas a la legislación laboral y al sistema de pensiones anunciadas por Temer y que, en su opinión, suprimirá numerosos derechos y conquistas.
A diferencia de las manifestaciones de la semana pasada contra Temer en la Avenida Paulista, que terminaron con actos vandálicos y violentos choque con la Policía, la manifestación de este domingo transcurrió sin incidentes graves.
La paz tan sólo fue alterada algunos minutos antes de la marcha cuando agentes de la Policía Militarizada detuvieron a cuatro jóvenes que supuestamente cargaban piedras, cuchillos, manoplas y mascaras en las mochilas con las que quisieron llegar hasta la Avenida Paulista.
La reacción a las detenciones obligó a los uniformados a usar gases para dispersar manifestantes y periodistas, pero la situación fue rápidamente superada.
El pasado viernes cerca de 5.000 manifestantes consiguieron llevar su protesta hasta el frente de la residencia particular de Temer en el barrio de Alto de Pinheiros.
Las manifestaciones comenzaron en varias ciudades después de que el Senado, con 61 votos a favor y 20 en contra, destituyera a Rousseff y la sustituyera definitivamente por Temer.
La ahora expresidenta fue acusada de haber cometido irregularidades fiscales en los informes de rendición de cuentas públicas en su gestión de 2014 y 2015. EFE