Washington, Estados Unidos.- En un hecho sin precedentes en la historia política de los Estados Unidos, el Capitolio de los Estados Unidos, fue prácticamente tomado por protestantes que tratan de impedir la cuenta formal y final sobre los resultados de los Colegios Electorales de la pasadas elecciones presidenciales en el país, la cual debería haberse realizado sin ninguna anomalía este 6 de enero en la nación y otorgar de manera oficial la victoria al demócrata Joe Biden.
La Policía del Capitolio “selló” literalmente el edificio, mientras que el propio vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, según reportes, debió haber sido sacado por fuerzas de seguridad y donde no se desestima que por la situación reinante, se active la Guardia Nacional.
Miles de manifestantes se apostaron frente al Capitolio, donde convergen la dos Cámaras del Congreso de los Estados Unidos, el Senado y la Cámara de Representantes. En esta fecha se validarían los resultados electorales de las pasadas elecciones presidenciales de los Estados Unidos.
Ante la situación reinante, que además se presenta en medio de una de las peores crisis de salud de la historia de los Estados Unidos debido a la pandemia del COVID-19, donde millones han muerto a causa de esta, el Congreso suspendió el proceso de conteo de votos del Colegio Electoral tras el cierre por parte de la Policía del Capitolio.
Al momento de la redacción de la nota, nadie sale ni entra del Capitolio, mientras que los manifestantes continúan apostados alrededor de la sede legislativa, sin mascarillas en su gran mayoría y sin observar las normativas del distanciamiento social ni ningún otro requerimiento ante la pandemia.
Entre tanto en la tensa situación, se reportan detonaciones y algunos incidentes en las periferias del Capitolio, donde además sus calles aledañas han sido cerradas, aunque no se conoce de heridos debido a este evento. La Policía está ataviada con gases lacrimógenos para usarlos, según el caso.
Expertos políticos habrían advertido sobre la posibilidad de que una situación similar se presentara, debido a las controversias entre Demócratas y Republicanos luego de los resultados electorales, que otorgó al demócrata Joe Biden, la victoria electoral en el certamen recién concluido en los Estados Unidos.
El republicano, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos y quien aspiraba a la reelección nuevamente, reclama que “ha habido fraude en las elecciones y que él ganó las elecciones”, razón por la que convocó a sus miles de simpatizantes para que acudieran frente al Congreso para presionar.
En este sentido el vicepresidente Mike Pence, envió una carta al Congreso donde se enfatiza en que “su juramento de apoyar y defender la Constitución lo restringen de reclamar autoridad unilateral, para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”, según se ha reportado.
Mientras que la acción de objetar el proceso ha recibido rechazo por parte también de algunos republicanos. Entre éstos se destaca el líder de la mayoría en el Senado republicano, representante de Kentucky, Mitch McConnell, quien dijo al respecto que “esta acción representa un peligro para la democracia” y advirtió además que “los votantes, tribunales y Estados, han hablado. Si lo invalidamos, lesionaríamos nuestra República.”
El líder de la mayoría del Senado de los Estados Unidos dijo sobre el desafío del Colegio Electoral lo siguiente:
“Estamos debatiendo un paso que nunca se ha dado en la historia de Estados Unidos: si el Congreso debería anular a los votantes y anular una elección presidencial. He servido 36 años en el Senado. Este será el voto más importante que jamás haya emitido.
El presidente Trump afirma que esta elección fue robada. Las afirmaciones van desde acusaciones locales específicas hasta argumentos constitucionales y teorías de conspiración radicales. Apoyé el derecho del presidente a usar el sistema legal. Decenas de demandas recibieron audiencias en tribunales de todo el país.
Pero una y otra vez, los tribunales rechazaron estas afirmaciones, incluidos los jueces estelares a quienes el propio presidente nominó. Cada elección presenta alguna ilegalidad e irregularidad y es inaceptable. Haríamos nuestra República para siempre”, según expresó.