Brasilia, 11 oct (EFE/Eduardo Davis).- El progresista Fernando Haddad se acercó hoy a la Iglesia católica y el ultraderechista Jair Bolsonaro evitó cantar victoria anticipada, después de que un sondeo vaticinó que se impondrá en la segunda vuelta de las presidenciales en Brasil.

A través de las redes sociales, que son por excelencia su medio de comunicación con sus seguidores, Bolsonaro reiteró que no confía en encuestas y descalificó una divulgada este miércoles por la firma Datafolha, que le atribuyó una intención de voto del 58 % frente al 42 % que tendría Haddad de cara a la segunda vuelta.

"¿De dónde viene?" ese apoyo a Haddad, planteó el líder de la ultraderecha, quien recordó que en la primera vuelta del pasado domingo el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo un 29 %, mientras que él recibió el voto del 46 % del electorado.

Bolsonaro instó a sus seguidores a "seguir trabajando" hasta el 28 de octubre, cuando se celebrará la segunda vuelta, y reiteró su desconfianza en el sistema electrónico de votación, sobre el cual ha dicho más de una vez que puede ser manipulado y permitir "fraudes".

Las iglesias evangelistas han entrado de lleno en campaña y muchos de los más conocidos pastores condenan a diario al PT y a Haddad, a los que acusan de "comunistas" y "contrarios a los valores morales de la familia".

Haddad, por su parte, visitó la Conferencia Nacional de Obispos (CNBB), lo que fue interpretado como un acercamiento al electorado católico para contrapesar el fuerte apoyo que el líder de la ultraderecha ha logrado entre las influyentes iglesias evangelistas.

El candidato del PT subrayó que su programa de gobierno contempla la agenda que propone el papa Francisco, que apunta a "fortalecer la democracia, la protección del medio ambiente y la cuestión social".

La CNBB no se ha pronunciado en favor de ningún candidato, pero ha instado a los católicos a votar en aquel que encarne los valores citados por Haddad, quien insistió hoy en que los brasileños deben discutir "proyectos" y no el "odio" al PT, que en su opinión es lo que promueve Bolsonaro.

Haddad también reiteró sus críticas a la decisión de Bolsonaro de no participar en un debate televisivo previsto para este viernes, la que el ultraderechista atribuyó a una decisión médica, debido a que aún se recupera de la cuchillada que le asestó un hombre el pasado 6 de septiembre durante un mitin.

Según Haddad, es "contradictorio que una persona no pueda debatir y pueda dar entrevistas", como hace casi a diario Bolsonaro en su domicilio, pues "una entrevista es un debate con periodistas" y "no queda clara cuál es la diferencia" a la hora de cotejar ideas.

A diferencia de Bolsonaro, valoró el resultado de la encuesta de Datafolha y dijo que le anima a "seguir en la lucha".

Subrayó que hoy se cumplió "exactamente un mes" desde que fue proclamado candidato del PT en sustitución de Luiz Inácio Lula da Silva, hasta ese momento abanderado de esa formación y vetado por la Justicia por su condición de presidiario y condenado por corrupción.

"Hace un mes tenía un 4 % de las intenciones de voto y hoy tengo ya 42 %", afirmó Haddad, quien aseguró que restan "dos semanas de trabajo" hasta las elecciones del 28 de octubre, en las que puede remontar la cuesta frente a un adversario que está en campaña desde hace más de un año.

La visita de Haddad a la CNBB fue considerada "estratégica" por el PT, pues detrás de la contienda puramente política también se esconde una disputa religiosa por los votos, que enfrenta a las cada vez más influyentes iglesias evangelistas y al electorado católico.

El movimiento pentecostal se ha unido a las filas de Bolsonaro y desde hace semanas promueve su campaña directamente en los templos y por los numerosos medios de comunicación que posee, que incluyen canales de televisión y radios de alcance nacional.

Hasta ahora, la iglesia católica sólo había instado a sus fieles a votar por aquellos candidatos que garantizaran la "defensa de la democracia", un mensaje que fue considerado vago pero contrario al líder ultraderechista, un nostálgico defensor de la dictadura que gobernó entre 1964 y 1985.

Las iglesias evangelistas, por el contrario, han entrado de lleno en campaña y muchos de los más conocidos pastores condenan a diario al PT y a Haddad, a los que acusan de "comunistas" y "contrarios a los valores morales de la familia". EFE