Río de Janeiro, 7 ene (EFE).- La presidenta del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), Suely Araújo, renunció hoy al cargo un día después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, la cuestionara en las redes sociales por el valor supuestamente exagerado de un contrato para alquilar vehículos para el órgano.

Araújo, nombrada en 2016 por el entonces presidente Michel Temer y que esperaba ser sustituida con el inicio del nuevo Gobierno el 1 de enero pasado, prefirió anticipar su salida luego de polemizar en las redes sociales con Bolsonaro y con el nuevo ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, a cuya cartera está vinculada el Ibama.

Bolsonaro ya había anunciado para el cargo al fiscal Eduardo Fortunato Bim, pero su nombramiento aún no había sido publicado así como no había sido fijada la fecha de transferencia de funciones.

Tanto el presidente como el ministro de Medio Ambiente cuestionaron el alto valor de un contrato por 28,7 millones de reales (unos 7,8 millones de dólares) firmado a finales del año pasado, poco antes de que Bolsonaro asumiera, para alquilar vehículos destinados a los fiscales del Instituto.


"La acusación sin fundamento evidencia el completo desconocimiento de la magnitud del Ibama y de sus funciones. El valor previsto para el contrato inicialmente era muy superior al conseguido en la licitación, que atendió todas las exigencias legales"

"Estamos en ritmo acelerado desmontando con rapidez montañas de irregularidades y situaciones anormales, que están siendo comprobadas y expuestas", afirmó Bolsonaro en un mensaje en Twitter al comentar una publicación en que su ministro puso en duda la regularidad del contrato.

La hasta ayer presienta del Ibama, igualmente por las redes sociales, rechazó cualquier "insinuación" de irregularidad y alegó que se trataba del alquiler de 393 camionetas "ya adaptadas para actividades de fiscalización, combate incendios forestales y atención de emergencias ambientales".

Dijo igualmente que el contrato era válido para todas las oficinas del Ibama en los 27 estados del país y que el valor del contrato también incluía "combustible, mantenimiento, seguro y sustitución de los vehículos a cada dos años".

"La acusación sin fundamento evidencia el completo desconocimiento de la magnitud del Ibama y de sus funciones. El valor previsto para el contrato inicialmente era muy superior al conseguido en la licitación, que atendió todas las exigencias legales", alegó la funcionaria.

En su carta de renuncia, Suely Araújo justificó su renuncia como una forma de facilitar el inicio de la nueva gestión y pidió que quedé claro que había renunciado y no que había sido sustituida o destituida.

El Ibama es el órgano responsable por la concesión de las licencias ambientales para proyectos de empresas mineras, petroleras o de agricultura intensiva que pueden amenazar reservas o recursos naturales.

Desde su campaña electoral, Bolsonaro ha dicho que no permitirá que la demora en la expedición de licencias ambientales ponga en riesgo proyectos que pueden generar empleos y promover el desarrollo del país. EFE