Una vez que la Cámara Baja se pronunció este domingo en favor del proceso con miras a la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, la palabra pasa al Senado, que en unos veinte días decidirá si instaura un juicio político que la separaría del cargo durante los seis meses que puede durar el proceso.

La Cámara de Diputados se pronunció por la continuación del proceso, en una votación en que los adversarios de Rousseff superaron los 350 votos, cuando les bastaban 342 para que el proceso continúe.

Según los plazos constitucionales, el Senado deberá conformar entre los próximos martes y miércoles una comisión especial de 21 miembros, que elaborará un informe sobre el caso en un plazo de diez días útiles.

El informe será remitido entonces al pleno del Senado, que por mayoría simple entre sus 81 legisladores decidirá si se instaura el juicio político contra Rousseff, lo que pudiera ocurrir alrededor del 10 de mayo.

Si se llega a ese punto, Rousseff será inmediatamente separada del cargo durante los 180 días que el Senado tendrá para realizar el juicio y deberá ser sustituida en ese período por el vicepresidente Michel Temer.

Durante el proceso, la comisión escuchará a la defensa de la mandataria, a la parte acusadora y a otros testigos que pueda citar, y debatirá el caso a la luz de las acusaciones, que se limitan a una serie de irregularidades fiscales en las que incurrió el Gobierno en los dos últimos años.

La comisión especial elaborará entonces un nuevo informe, que nuevamente será sometido al pleno del Senado en una sesión única, dirigida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, y en la que se decidirá la suerte definitiva de Rousseff.

Si una mayoría calificada de dos tercios (54 votos) hallase a la presidenta culpable, entonces Rousseff será destituida, perderá sus derechos políticos por ocho años y Temer concluirá el mandato que vence el 1 de enero de 2019.

No obstante, si el Senado se inclina por la absolución, Rousseff volverá a ocupar el cargo para completar el período constitucional que le adjudicaron las urnas en las elecciones de 2014.

Rousseff ha sido acusada de incurrir en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública. EFE

El líder del PT brasileño admite derrota en votación sobre juicio a Rousseff

El líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara baja de Brasil, José Guimaraes, admitió la derrota de la base aliada al Gobierno en la votación en el Legislativo, donde este domingo se lograron los 342 votos necesarios para proseguir el trámite para un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff.

"Perdimos porque los golpistas fueron más fuertes. Reconocemos la derrota, pero de cabeza erguida. Estamos firmes y este país va a levantarse contra esos golpistas que no tienen voto y mucho menos condiciones de gobernar al país", señaló Guimaraes en declaraciones recogidas por la estatal Agencia Brasil.

No obstante, Guimaraes declaró que la derrota es "provisional" y "momentánea" y el Gobierno puede revertir la situación en el Senado, que tendrá la última palabra para la apertura o no de un juicio político con fines de destitución contra Rousseff, acusada de maniobras en las cuentas fiscales de 2014 y 2015.

Guimaraes se pronunció antes de que terminara el proceso de votación iniciado en la tarde este domingo y en el que la oposición necesitaba de dos tercios (342 votos) para encaminar el proceso a la Cámara alta, lo cual finalmente logró.

"Los golpistas vinieron aquí en la Cámara, pero la lucha continúa en las calles y en el Senado, que puede corregir esa acción de los golpistas que fueron capitaneados por aquellos que no tienen autoridad moral para hablar en ética", apuntó Guimaraes, para quien la "guerra no terminó" y sigue ahora para el Senado, que por mayoría simple determinará si da apertura o no al juicio.

"Las calles están con nosotros y tenemos condiciones de virar el juego en el Senado. El mundo entero comienza a movilizarse. No es posible aprobar un impedimento de una presidenta que no cometió ilegalidades", agregó.

"Es una falta de respeto a 54 millones de personas que votaron en la presidenta. La lucha está apenas comenzando. La guerra será lenta, gradual, segura y prolongada, porque el vicepresidente (Michel) Temer no reúne la menor condición de comandar el país", afirmó.

Los 81 miembros del Senado deberán definir, por mayoría simple, si se inicia el juicio y, en ese caso, Rousseff será apartada durante los 180 días que esa cámara legislativa tendrá para concluir el proceso.

En ese caso, la mandataria sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, con quien ha roto toda relación y a quien acusó esta semana de ser "uno de los jefes de la conspiración" que, en su opinión, se gesta para recortar su mandato.

Antes del pronunciamiento de Guimaraes, el PT divulgó por "error" una nota de prensa en la que el presidente de la formación, Rui Falcão, admitía la derrota y afirmaba que "hoy la infamia y el golpismo hirieron la democracia, rasgando la Constitución".

En esa nota, Falcão decía que las "fuerzas reaccionarias" vencían "la primera batalla" y tildaba al presidente de los Diputados, Eduardo Cunha, de "reo", por estar implicado en el caso de corrupción en Petrobras, y a Temer de "conspirador".

"El PT llama a todos los hombres y mujeres comprometidos con la democracia para que se mantengan movilizados, ocupando las calles contra el fraude del 'impeachment'", apuntaba Falcão. EFE