MADRID, España.- Tom Jones, el llamado "tigre de Gales", sigue rugiendo a los 80 años. Para empezar, porque su voz sigue "fuerte", pero también porque, lejos de dar su legado por sentado como uno de los grandes intérpretes de la historia del pop, considera que "este era el momento de hacer algo realmente significativo".
Eso, explica en una entrevista con Efe por vía telemática, es lo que llevó al autor de tonadas románticas como "What’s New Pussycat?" o "Delilah" a grabar "Surrounded By Time" (Universal Music), que se publica hoy y presenta a un artista con ganas de ofrecer nuevas facetas.
"¿Por qué no hacer un álbum que refleje mi vida y aquellas canciones que significan algo para mí más allá del pop? Eso es lo que quería: expresar cómo siento la música ahora", insiste ante un trabajo producido por Ethan John y su hijo Mark Woodward y en el que ha versionado a artistas aparentemente tan lejanos a sus coordenadas habituales como Cat Stevens o Bob Dylan.
El título del disco ("Rodeado por el tiempo", en español) explica muchas cosas sobre la energía que ha empujado este álbum, el número 42 de su carrera. "Me estoy haciendo mayor, pero no soy mayor todavía", previene entre risas y antes de nada el artista nacido Thomas John Woodward (Treforest, 1940).
"Ya no puedo hacer como cuando grabé 'Pussycat' con 24 años, por ejemplo. ¿Qué tenía que perder? Entonces dejé muchas cosas a la suerte, unas funcionaron y otras no. Ahora creo que tengo que ser más cuidadoso, porque ya no tengo tanto tiempo", justifica.
Más "preocupado por las letras", en este trabajo también se advierte un cuidado de las atmósferas y cierta experimentación con el sonido. ¿El único requisito? "Tenía que seguir sonando a mí; aunque la gente se diera cuenta de que esto era algo diferente a lo acostumbrado, tenían que reconocerme en todo ello", responde.
Todo ello no significa que repudie su pasado. "Yo era y he sido básicamente un cantante pop. Era una cuestión de las canciones que estaban a mi alcance. Mi objetivo era cantar bien, no lanzar proclamas; no tenía ninguna gran causa que enarbolar y no creo que haya que usar la fama para influir a la gente. Yo me dedico a entretener. No soy un filósofo", asevera sin perder el buen humor.
"BOB DYLAN NO ES UN CANTANTE"
Jones afirma que no se siente ni se ha sentido nunca minusvalorado respecto a otros artistas que destacaron por sus composiciones, como Chuck Berry o Bob Dylan, al que versiona en este álbum.
"Sus letras son muy interesantes, pero no es un cantante. Creo que a veces escribir canciones surge de la necesidad: como no eres un gran cantante, tienes que componer tus propios temas. Porque las (buenas) canciones ya existen si tienes suerte de encontrarlas y, si eres un cantante consumado, todo lo que tienes que hacer es poner tu sello en ellas, como haría un actor, que no tiene por qué escribirse su propio guion", razona.
El galés, que ha visto cómo su fama volvía a incrementarse en Reino Unido entre los más jóvenes gracias a su participación como "coach" en el programa de talentos "La voz", rememora cómo logró triunfar en sus inicios pese a su pelo rizado y ese "aspecto de macho" cuando lo que se llevaba eran las bandas como The Beatles o The Rolling Stones.
"No copies, crea tu propio estilo", advierte a quienes deseen convertirse en artistas.
También tiene consejos para mantener la voz "fuerte y dúctil" a los 80 años: dormir y estar bien hidratado. "Eso significaba reducir el alcohol y yo lo hice. En realidad, creo que cuido mi voz mejor ahora que hace 15 años. No sé quién dijo: 'Si hubiese sabido que iba a vivir tanto, me habría cuidado más'. Y es real" bromea.
"Yo nunca caí en las drogas. Me gustaba beber, a veces demasiado. Elvis Presley una vez me dijo: 'Tú bebe champán y estarás bien', en plan, 'Te puedes divertir un poco'. Quizás si él hubiese bebido champán, seguiría vivo hoy, en lugar de esas otras cosas en las que se metió", reflexiona.
Durante la charla y esa revisión de su pasado, se da cuenta de otro consejo importante: "Cubre todas las bases", dice al lamentarse (mínimamente) de no haber aceptado el papel que Ryan O’Neal interpretó junto a su ídolo William Holden en la película "Dos hombres contra el oeste" ("Wild Rovers", 1971), de Blake Edwards.
"Cuando eres joven siempre piensas que ya tendrás tiempo para ello en otro momento. Entonces mi representante me dijo que eso significaría estar un año fuera de circulación del mundo de la música, pero en ese momento ya estaba cantando en grandes pabellones en América… y ganábamos mucho dinero", justifica este gran felino que espera volver pronto a los escenarios. EFE, Javier Herrero