Santo Domingo, República Dominicana. – “Los medios electrónicos de comunicación se están convirtiendo en una especie de cocaína virtual, debido al aumento de la divulgación de narconovelas, erotismos y sexos a cualquier hora, canciones y bailes perniciosos, promoción de la homosexualidad y vicios, así como el surgimiento de estafadores”, según expresa el periodista y abogado David R. Lorenzo, dirigente del Colegio Dominicano de Periodistas, CDP.

Al llamar la atención de las autoridades correspondientes, Lorenzo, ex secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), ex presidente del Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP) y autor del libro “El adicto”, dijo que “en los medios electrónicos también se están propagando los comentaristas enganchados que utilizan lenguajes prosaicos y ofensivos, y hay hasta quienes se atreven a ofender a los héroes nacionales.”

Añade que “las instituciones encargadas de frenar esa situación y aplicar justicia, como la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y el Ministerio Público no hacen nada, o hacen muy poco para revertir esa situación.”

Explica que el artículo 36 de ley 50-88, sobre drogas narcóticas establece que “se prohíbe cualquier tipo de publicación, publicidad, propaganda o programas a través de los medios de comunicación, que contengan estímulo y mensajes subliminales, auditivos, impresos o audiovisuales que tienda a favorecer el consumo y el tráfico ilícito de drogas y sustancias controladas”, cosa que desde hace algún tiempo está sucediendo ante los ojos mismos de las autoridades en el país.

“Hoy en día el mundo del narcotráfico está ganando un nuevo terrero, que es de la narrativa, el del cine y el de la pantalla chica, donde de manera encubierta, por el llamado entretenimiento, se promueven las drogas, la obtención de dinero, el lujo, las mujeres y las matanzas, en forma cada vez más exagera y sin ningún tipo de restricción”, alertó David R. Lorenzo.

Dijo que “a parte de las narconovelas y las narcopelículas hay una difusión descontrolada de nudismo y escenas eróticas a cualquier hora del día, lo que incita a que menores tengan relaciones sexuales, porque consideran esa práctica como normal, provocando embarazos prematuros, abortos e infecciones.”

“Muchos artistas son cada vez más exagerados en la composición de canciones vulgares y la difusión de videos cada vez más eróticos.”

Advierte que “no tiene nada contra los homosexuales y travestis, porque son seres humanos, pero que se debe prohibir su promoción por ser contraria a las normas legales”, según señala el periodista.

Explicó que el artículo 50 del reglamento 824, sobre espectáculo público,  expresa que “Queda terminantemente prohibido en las proyecciones cinematográficas, destinadas  a menores de (18) años de uno y otro sexo, conforme se indicará en el artículo siguiente películas que contengan escenas, situaciones, leyendas o diálogos de carácter eróticos y en general que por sus detalles o argumentos sean capaces de pervertir su sentido moral o proporcionen a dichos menores  ejemplos perniciosos o experiencias prematuras para su edad.”

Mientras que el Artículo 11 del Reglamento establece: “La Comisión someterá a la acción de la justicia, a los que infrinjan este Reglamento o cualquier otra disposición legal confiada a su vigilancia."

Entre tanto, el Artículo 61 expresa: “la radio y la televisión constituyen una actividad de interés público, por lo tanto, estarán sometidas a las normas y leyes establecidas por la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que vigilará el debido cumplimiento de estas."

Númerologos en los medios y sus Estafas

Abogó por la prohibición de difusión en la radio, la televisión y los demás medios de comunicación los programas de los denominados “Númerologos”, por ser una estafa para el público, sancionada por el Código Penal Dominicano. “Esos personajes engañan diariamente a incautos dominicanos, a quienes prometen falsamente adivinar los números que saldrán premiados en las loterías dominicanas.”

“Es una vulgar estafa que se realiza a la vista de las autoridades, incluyendo a la Comisión Nacional de Espectáculo Público y al Ministerio Público, que pueden perseguir y someter a la justicia a estos personajes. La estafa es considerada como el empleo de maniobras fraudulentas destinadas a conseguir que le entreguen la cosa con la intención de engañar al que la entrega. Es también cuando se obtiene provecho ilícito para sí o para un tercero, en perjuicio ajeno, a través de artificios o engaños.”

Enfatizó en que la misma está contenida en el Artículo 405 del Código Penal dominicano, y su ejecución contempla una pena de prisión correccional de 6 meses a 2 años y multas de 20 a 200 pesos.”

“Los organismos encargados de combatir las drogas y el narcotráfico,  la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía y el Ministerio Público están indiferentes ante la propaganda,  el culto a las drogas  y el aumento de la promoción de la homosexualidad, las escenas eróticas y los estafadores, entre otros males que se proyectan en los medios de comunicación”, puntualiza el destacado periodista y abogado.