SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La gestión de Emelyn Baldera, tras dos años de presidencia de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), trasciende el cóctel de despedida a quienes le acompañaron en este periodo y deja logros notables a favor del gremio que dirigió en el período 2017-2019. Su gestión, históricamente, ha pasado la prueba del tiempo y la práctica.
Baldera fue juramentada junto a su equipo el 1 de agosto de 2017 por el entonces presidente de la Comisión Electoral, José Tejada Gómez, para ser la segunda mujer en el más alto puesto de la institución.
Ecroarte tuvo su primera presidenta con Maribel Contreras (2007-2009). Una gestión también memorable por sus conquistas.
No bien llegó a la presidencia de Acroarte, Emelyn tomó las medidas que debía tomar, empezando por reorganizar el jurado de los premios Soberano, descentralizando sus coordinadores y garantizando una votación responsable. La acogida popular de esos veredictos, tanto en lo clásico como en lo popular, refuerzan lo que ha de ser la memoria histórica de Acroarte.
Una acertada decisión fue la de seleccionar por concurso al equipo productor, que encabezó el joven productor Alberto Zayas, sobre quien cayeron dudas por no tener experiencia en este nivel de ejecución para un galardón ya internacional, y precisamente por ser muy joven.
Zayas silenció esas voces y disipó esos temores ; demostró la fortaleza de su preparación para lograr no una, sino dos excelentes producciones del Soberano que lograron récords en las evaluaciones de medición de audiencia televisiva.
Durante la gestión de Emelyn Baderas se conmemoró, además, los 35 años de existencia de Acroarte.
Baldera impulsó, igualmente, un programa de capacitación y de interacción social entre los miembros de la entidad y lanzó el proyecto juvenil Acroarte Capacita que impactó a más de 400 jóvenes, en coordinación con el Ministerio de la Juventud.
Emelyn Baldera, que contó en todo su trayecto con el respaldo de la Cervecería Nacional Dominicana (CDN), se puede ir ahora tranquila y en paz, con el rastro de una trayectoria ejemplar.
A Baldera le agradecen los artistas nominados y no nominados a los premios, pese a todo lo que dicen al día siguiente de darse a conocer las nominaciones: elogios si están en la lista y desbordamientos verbales si no aparecen. Paja para la garza. Baldera termina con una gestión historia y memorable.
(Esta crónica no enfoca la situación post-electoral de Acroarte por entender que es un tema que escapa al ámbito analizado).
Le faltó a la gestión:
- La edición de un libro memoria de lujo por los 35 años de Acroarte, tarea que queda pendiente por acometer.
- El Congreso de Acroarte que actualice sus estatutos y reglamentos, que fortalezca mediante la aceptación de expertos en las áreas artísticas la evaluación del trabajo de arte. Ese Congreso ha sido pedido y ofrecido más de una vez, pero aún no se avanza hacia esa meta. Ese Congreso no se puede tardar más tiempo, so riesgo de deteriorarse los vínculos de los cronistas con su principal labor de seleccionar los artistas más destacados y desenfocarse de su misión de capacitar a los cronistas, y elevar su calidad de vida.
- Poner en operación el salón de la segunda planta, iniciada entregada en fase inicial por Jorge Ramos en su periodo 2015-2017. Un presidente valioso y responsable por su entereza para traspasar el poder a la directiva seleccionada en las elecciones.