SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El grupo Alfareros es, desde hace bastante tiempo, la máxima expresión del arte musical pop del mundo católico en el país, y que ahora nos sorprende gratamente, tras el lanzamiento de su producción más reciente, 70 veces 7, que hemos comentado hace meses con motivo su lanzamiento, con uno de los videos clips mas impresionantes que hemos visto este 2018: Me rindo.

Me rindo, como pieza musical y como video, nos impacta por tres motivos.

Primero: Me rindo (Junior Cabrera/Katia del Cid) es una pieza de entrega total al poder sanador y revivificado de Jesús, despojado de los signos de propiedad, cuando ya no hay más fuerzas para resistir.

El texto de “Me rindo” es inspirador, original y con gamas emotivas afirmadas en una belleza poética emanadas de un sentir, por extraño que parezca, que es simultáneamente profundo y suave. Hay quienes le señalan como aspecto deficiente el ritmo que es lento, su unidireccionalidad en el desarrollo y la acústica repetitividad de la frase líder (Me rindo), que no crea como arreglista Cabrera sino que es expresión de una tendencia de los trabajos cristianos. Es una solemnizacion rítmica, pausada y penetrante, del pop.

Segundo: La capacidad interpretativa de la vocalista Katia del Cid, una dulce y sostenida voz una soprano afirmada y dulce, con registros agudos, tiernos y de un vibratto que se ganan el sentir de quien escucha. Sin esforzarse, sentada en el simbólico sofá de rojo chino, esa mujer hace vivir cada palabra.

Tercero: La dirección de Jansel Santana, evidencia un conocimiento y dominio del lenguaje  audiovisual,  y en particular, la nitidez de  imagen y la dirección de arte que penetra paulatinamente y fases sucesivas, agregando elementos que dicen todo, sin apenas decir nada, para ir sugiriendo el paso de las cuatro estaciones.

“Me rindo” es un video clip modelo que debía producir una profunda reflexión y admiración. Uno que muestra cuanto se puede hacer para insertar un mensaje de liberación real, en el mundo de la imagen y lo efectivo que, sobre el desperdicio de recursos y talentos en ese género, y que solo nos presentan el sexismo más burdo, el mensaje más pobre.

En síntesis, Me rindo es un proyecto que debia llamar la atención de la perfección artística que ha alcanzado la producción musical cristiana, la fuerza expresiva de sus talentos y la inspiración que es capaz de provocar un ministerio cuando toma en serio su labor y no toma cualquier pretexto pseudo estético en nombre de una causa mayor. Se trata de un arte mayor para una causa de elevado llamado.