Una de las conversaciones que surge muy frecuente entre amigos es: ¿Por qué los mercados siguen reaccionando de manera positiva en medio de esta pandemia?

Fuente: Banco de la Reserva Federal de San Luis.
Fuente: Banco de la Reserva Federal de San Luis.

Y no es para menos, pues en los Estados Unidos el desempleo llegó a su pico en abril del 2020 a 14.7%, el más alto desde la Gran Depresión. Sin embargo, los principales índices de la bolsa desde el punto más bajo en marzo se situaban ya por encima del 30% en abril.

Recordamos, como en los últimos 4 años el presidente norteamericano se vanagloriaba de la buena racha que llevó a los tres principales indicadores de Wall Street inclusive estableciendo récords numerosas veces.

Ahora bien, antes que nada, tenemos que comprender la implicación y las ramificaciones de estas alzas. Desde mis inicios en el mercado bursátil siempre he creído que los instrumentos de inversión son herramientas claves para crear nuevas riquezas, sin importar el extracto económico o social, al igual que es una manera de disminuir riesgos vía “hedging”.  Sin embargo, tenemos que entender la composición de los índices, sus beneficiarios, y la interpretación de la cotización de éstos.

Por el momento, lo que sí podemos tener claro es que la bolsa de valores no es la economía, ni mucho menos se debe tomar como pauta para pronosticar el fin de esta pandemia

Los principales índices en el mercado bursátil de los Estados Unidos son: el S&P 500, NASDAQ y el Dow Jones. Obvio que cada cual está compuesto por diferentes sectores.

El Dow Jones está compuesto por 30 de las principales compañías con oferta pública en la bolsa, pero a la vez con la intención de ser representativos de los principales sectores de la economía norteamericana, en tanto el S&P 500 consiste en 500 de las más grandes que cotizan en la bolsa. Por último, el NASDAQ que está compuesto por 3,300 compañías con una gran concentración en el sector de tecnología.

Por la diferencia en su composición, experimentamos frecuentemente ciertas divergencias en los precios de estos. Mientras que, en el NASDAQ, Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet y Facebook, representan el 44.2% de este índice, estas mismas compañías sólo representan el 22.2% del S&P 500. De ahí que con el crecimiento del sector tecnológico el rendimiento del NASDAQ en esta última década ha sido de un 388%, comparado con un 205% del S&P 500.

En una tendencia alcista, típicamente se busca capitalizar políticamente los resultados positivos y este cuatrienio no ha sido la excepción. No obstante, tenemos que detenernos por un momento y entender esta tendencia en contexto. Pues si bien beneficia a la clase trabajadora norteamericana, la realidad es que 87% del mercado de capitalización de la bolsa está acaparado por el 10% de los inversionistas, al igual que tan s sólo lo el 33% de los empleados cuentan con fondos de pensiones privados (401K, IRA, etc).

Fuente: CME
Fuente: CME

Esto todavía no deja de responder el ¿por qué el alza de los principales índices?, aun cuando en Estados Unidos se experimenta un repunte de los casos de Covid-19, y aún con el desempleo, que si bien es cierto aún no está en su pico, sigue en alrededor del 7%. La semana pasada tanto el S&P 500, el Dow al igual que NASDAQ llegaron a su punto más alto en su historia. ¿Podemos decir entonces que la economía norteamericana se encuentra hoy mejor que en enero, antes de la pandemia?

La respuesta es un contundente ¡NO!, los mercados de valores, contrario a la economía, se fundamenten en percepción, especulación y proyecciones. Los inversionistas ante el anuncio de los resultados de las posibles vacunas de Pfizer y Moderna entienden que a corto plazo retomaremos el curso del crecimiento, y de acuerdo con el comportamiento de los mismos mercados entienden que esto es una crisis provocada por una pandemia que influye en el comportamiento del consumidor. Por otro lado, el propietario de un pequeño negocio no contratará hoy diez nuevos empleados en función a lo que se proyecta a futuro.  De ahí la dicotomía de “Wall Street y Main Street”.

El tiempo dirá si los mercados están en lo correcto. Por el momento, lo que sí podemos tener claro es que la bolsa de valores no es la economía, ni mucho menos se debe tomar como pauta para pronosticar el fin de esta pandemia.