SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El índice de feminidad de la pobreza se ha profundizado debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, dejando a unas 144 mil 336 mujeres sin empleos, en su mayoría a las que sobrevivían como trabajadoras domésticas, laboraban en salones de belleza y en hoteles.

El trabajo doméstico antes de la pandemia generaba 262 mil 475 empleos, pero por los efectos de la covid han quedado sin trabajo unos 43 mil 704 trabajadores del hogar, de los cuales 31 mil 987 son mujeres; mientras que en salones de belleza perdieron sus empleos más de 11 mil.

De acuerdo con Rosa Cañete Alonso, directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática, las ramas de actividad con mayor pérdida de empleo femenino fueron los servicios, con 51 mil 66 puestos, incluidos los del trabajo doméstico y los salones.

El trabajo doméstico es una de las áreas que genera más puestos de empleo, comparándose incluso con el sector de zonas francas, por lo que Cañete considera que es necesario incentivar la contratación de estas trabajadoras en el sector público y privado, colocando en el centro de la reactivación económica, la llamada economía del cuidado.

Empleos perdidos

Unas 29 mil 175 mujeres que trabajaban en hoteles, bares y restaurantes hoy no tienen empleo, debido a la crisis que arropó ese sector, uno de los más afectados por la covid.

Otra área donde la pérdida de empleo en mujeres es alta corresponde al de la enseñanza o educación, con unos 15 mil 866 puestos de trabajos perdidos, mientras que en el sector financiero la baja ha sido de 11 mil 825, y en salud de 10 mil 687.

El impacto de la crisis generada por la enfermedad que provoca este coronavirus en las mujeres fue presentado durante el seminario “Autonomía de las mujeres en la recuperación económica de la República Dominicana”, del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

En este seminario se resaltó como una de las consecuencias de la pandemia el aumento del índice de feminidad por niveles de pobreza, pasando de 116 mujeres pobres a 188 por cada 100 hombres en esa situación en 2020.

Retos en el país

Los efectos de la pandemia en la mujer, como el impacto directo en la caída del empleo, incremento de violencia, disminución de ingresos y ampliación de la brecha de vulnerabilidad, ponen en evidencia los retos frente a la puesta en marcha de políticas públicas de género, según la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez.

Consideró que deben implementarse medidas que incrementen el acceso a la protección social y a la canasta de servicios básicos y productos de primera necesidad, así como fomento a micros, pequeñas y medianas empresas de mujeres, lo que en su conjunto disminuirá el peligro de que se desate una crisis alimentaria.

Asimismo, dijo que es necesario ampliar la cobertura de políticas de transferencia monetaria a mujeres en alto riesgo de vulnerabilidad social, económica y de violencia.

“Si como gobiernos no adoptamos medidas específicas y políticas de género en la pandemia, los indicadores de desigualdad regresarán a décadas de atraso”, advirtió.

La tasa de la pobreza monetaria se incrementó a un 24.6 por ciento en mujeres y a un 22.0 por ciento en hombres en 2020, situación agravada por la diferencia en el impacto de la economía y los ingresos mensuales ante la pérdida de empleos.