Geolife, empresa de origen suizo instalada en México, impulsa la biodegradación del sargazo, una macroalga que llega a la costa del Caribe y que ocasiona, si no se procesa de forma adecuada, la contaminación del suelo y mantos acuíferos.
Alejandro Romero, CEO de la firma, explicó que Geolife implementa un sistema de ‘biodegradación’ del sargazo para impedir la contaminación de las playas, evitar que la macroalga despida olor cuando está en proceso de putrefacción y lograr que el sargazo sea una materia prima para la fabricación de zapatos o para energía.
Romero detalló que el proceso para ‘remediar’ el impacto del sargazo implica tres etapas: recolección, transporte y disposición, y lo que realiza la empresa es verter una solución de bacterias sobre el sargazo para acelerar su descomposición sin emanación de sustancias nocivas para el ambiente.
El arribo masivo del sargazo es un problema que aqueja a destinos turísticos en la región del Caribe.