Siempre me ha llamado mucho la atención cómo predominan en los medios de comunicación los analistas de energía, así como sus invitados que al abordar el tema de los hidrocarburos muestran muy marcado interés, casi exclusivo, en los precios del petróleo, llegando en ocasiones hasta al sensacionalismo, y sin embargo, poco se habla de una de las variables más influyentes en los precios al consumidor de los derivados de hidrocarburos como el transporte marítimo de los mismos que compone más del 60% de la totalidad de su transportación.

El transporte de hidrocarburos y sus derivados está quizás más sujeto a la volatilidad de precios y complejidad que los mismos carburantes. A sabiendas del ingrediente populista con que se trata el tema, sobre todo en nuestro país, hago un gran esfuerzo a fin de abordar el tema con la mayor objetividad posible.

La industria del transporte de los combustibles, dada su complejidad, se ha convertido en una de las industrias menos predecibles de las últimas décadas, con enormes ingredientes de costo de producción de flotas, oferta y demanda; rentabilidad, precios del petróleo, volatilidad de precios de las rutas marítimas, y de igual relevancia, negociación de contratos.

La embarcación y transporte del oro negro y sus derivados, requiere de equipos adecuados para el manejo de esta clase de carga, tales como bombas, líneas de distribución y válvulas, en virtud de que esta clase de embarcación que se conocen como buques tanques, clasificándose en función de su capacidad, y también de la carga que contienen.

En función de su capacidad de carga se clasifican en los ULCC, por sus siglas en inglés, Ultra LargeCrude Carrier, con capacidad de hasta 2 millones de barriles de petróleo; los VLCC, LR2, Aframax y LR1, pero a su vez los mismos se subdividen en buques de tanques CrudeTankers (VLCC y ULCC) que se utilizan para el traslado de asfalto, petróleo y fuel oil de las regiones de producción a las regiones de refinación; los demás, denominados productos tankers (LR2, Aframax y LR1) predominan en la cargas de productos derivados limpios, tales como las gasolina, kerosene, gasoil de la refinerías a los mercados de consumidores. En el caso de la República Dominicana, por un asunto de ser importadores de primordialmente de productor, por lo regular predomina el buque LR1.

Se preguntarían tal vez, ¿por qué tantos detalles? Sencillo, porque para poder descifrar los precios de la gasolina, la cual nos afecta de manera directa e indirecta, es de rigor manejar una de las principales variables de los precios de éstos, desde lo más específico hasta lo más complejo.

Veamos. Históricamente se ha establecido que en la medida en que los precios del sector energía y commodities van en aumento, correlativamente de la misma manera aumentan los precios de los buques tanques que experimentan alzas, como también existe una fuerte correlación entre producción de petróleo y precios de flete (mayor producción, mayor costo de transportación), y, sin embargo, como en todo, siempre se presentan anomalías y fenómenos que afectan los precios. Un ejemplo en particular ha sido el 2020-2021. Para el febrero del 2020, el precio por día de un ULCC colapsó de US$125,000 diarios, a alrededor de los US$25,000 diarios, fruto del cierre del mercado chino originado por la pandemia; no obstante, a que ya para abril aún con los principales puertos en una disminución drástica del comercio, contrario a la creencia de muchos, los precios de los buques aumentaron hasta los US$300,0000.

¿Cuál es el porqué de esta distorsión tan drástica y sin precedentes? Pues simplemente, porque se produjo un fenómeno que, si ciertamente no es inusual, tampoco es frecuente en tiempos de sobreabastecimiento del crudo, en donde en ausencia de lugares donde acopiar barriles, los mismos buques se utilizan como almacenes flotantes afectando así la oferta de éstos y conllevando retrasos en entrega, fruto de la sobreoferta de hidrocarburos produciendo inclusive retrasos en entrega y de la sobreoferta de hidrocarburos.

Otra de la dinámica de los precios de la transportación constituye el tipo de contratación, al igual que la oferta y demanda. En la clase de contrato, que va desde sus cláusulas, penalizaciones, condiciones, y lugar de entrega, que es ahí lo importante de un buen bróker, los mismos pueden ser FOB, por sus siglas en idioma inglés, Free OnBoard, correspondiente al precio de venta sin incluir coste de seguro y flete, y los CIF, por sus siglas en inglés CostInsurance and Freigh,que incluye precio de mercancía, incluyendo flete y seguro, lo que agrega, dependiendo el destino y la ruta entre US500,000 a US$3,000,000 el costo de transporte.

En tanto en la oferta y la demanda aumenta la complejidad de esa industria, donde la misma regularmente es determinada por la cantidad de embarcaciones que se sacan de circulación (por asunto de su vida útil y nuevas regulaciones) en función de las nuevas que se fabrican. Otro factor en la demanda tiene mucho que ver con la clase de buque. Los VLCC en temporadas de petróleo al alza (como es el caso hoy en día) resultan más eficientes por razón de economía de escala, así como también los más pequeños para transportación más bien regional y de productos ya refinados como la gasolina. Sin embargo, al buque VLCC encarecer, su transportación puede ser económicamente más viable con buques regionales, lo que conduce a agravar la demanda en otras regiones.

Esa dinámica de las rutas de petróleo no son estáticas, pues en la medida en que exista mayor demanda en una, implicaría recolocación de buques y variación en los precios del transporte que regularmente son determinados por la cantidad de embarcaciones que se sacan de circulación (por asunto de su vida útil y nuevas regulaciones) en función de las nuevas que se fabrican. Otro factor en la demanda tiene mucho que ver con la clase de buque. Los VLCC en temporadas de petróleo al alza (como es el caso hoy en día) resultan más eficientes por razón de economía de escala, así como también los más pequeños para transportación, más bien regional y de productos ya refinados como la gasolina. No obstante, al buque VLCC encarecer como alternativa, su transportación puede ser económicamente más viable con buques regionales, aunque conduce a agravar la demanda en otras regiones.

La situación actual se circunscribe en esa típica variación de precios de crudo en función a que nos acercamos al verano, afectando a su vez los precios del transporte, con la agravante de la existencia de un mercado chino que se ha sumergido en una compra excesiva de petróleo, incidiendo de manera directa en la demanda de buques tanques.

Esos son simplemente puntos que debemos de tomar en cuenta al momento en que cuestionamos los precios de los derivados del hidrocarburo, porque es de rigor resaltar que no todo lo determina impuestos o precios del petróleo.