SANTO DOMINGO, República Dominicana-.  La Primera Encuesta Nacional de Inclusión Financiera publicada por el Banco Central arrojó que el 46.31% de los encuestados posee al menos 1 producto de ahorro o crédito, y que el 53.69% no tiene ningún tipo de producto ni de ahorro ni de crédito.

Este último dato muestra que la República Dominicana está dentro de la media mundial estimada en un estudio realizado por el Banco Mundial, que revela que la mitad de la población adulta del mundo carece de acceso a servicios financieros formales y el 75 % de los pobres no tiene cuenta bancaria.

A continuación, presentamos algunas propuestas que podrían contribuir a acelerar los niveles de bancarización en la República Dominicana, para lo cual, se requiere voluntad, apertura, alianzas estratégicas de instituciones públicas y entidades privadas.

Primera propuesta. Bancarizar a todos los dominicanos desde su nacimiento, con la finalidad de promover el ahorro infantil desde la temprana edad.

Para materializar esta propuesta se requiere, que el Banco Central y las entidades de intermediación financiera suscriban un acuerdo interinstitucional con la Junta Central Electoral que permita que, una vez provisto el certificado de nacimiento del niño o niña que incluye el número de cédula de identidad que tendrá durante su vida, el padre o la madre tengan la oportunidad de abrirle una cuenta de ahorro infantil ¡El niño o la niña nacería bancarizado!

En esta propuesta podrían participar todas las entidades de intermediación financiera interesadas, con la condición de aportar o donar el primer monto en pesos dominicanos con que se abriría la cuenta bancaria infantil.

Para la apertura de dicha cuenta se podrían requerir un monto mínimo de 100 a 500 pesos, y ésta deberá estar exenta de todo tipo de cargos o comisiones bancarias, hasta que el niño alcance la mayoría de edad.

La tasa natural de crecimiento de la población dominicana es 1.8% a un 2%, por lo que se estima el nacimiento de alrededor 180 mil a 200 mil niños o niñas por año.  A razón de 100 pesos por apertura de cuenta, las cifras estimadas son de RD$18 a RD$20 millones de pesos. Si es 500 pesos, los montos anuales estimados para las aperturas de estas cuentas infantiles serían entre RD$90 a RD$100 millones de pesos.

Segunda propuesta. Bancarizar mediante cuenta de ahorro con tarjeta de débito, a todos los jóvenes entre 16 y 18 años, una vez la Junta Central Electoral, le otorgue a su primera cédula de identidad física.

Para lograr esta propuesta sugerimos los mismos mecanismos señalados en la primera propuesta, las entidades de intermediación financiera deberían realizar una alianza con la Junta Central Electoral, definir e implementar la logística necesaria para lograr que alrededor de 150 a 200 mil personas jóvenes que solicitan nuevas cédulas puedan ser bancarizados anualmente.

Los programas de educación financiera que se estarían implementado desde el Ministerio de Educación contribuirían a fortalecer el ahorro infantil y juvenil, además de concientizar sobre la importancia de estar bancarizado.

Con la implementación de estas dos propuestas, se estima que alrededor de 300 a 400 mil dominicanos serían bancarizados anualmente y, al cabo de dieciocho años, la mayoría de la población dominicana estaría bancarizada, solamente con el hecho de implementar estas dos propuestas.

Tercera propuesta. Bancarizar a todos los asociados de las cooperativas de la República Dominicana.

Conforme a cifras señaladas por los gremios que agrupan las cooperativas en la República Dominicana, alrededor del 20% de la población forma parte de al menos una cooperativa, por lo que, si este porcentaje es cierto, alrededor de dos millones de dominicanos están asociados a estos tipos de entidades.

Sin entrar en la discusión del fortalecimiento del marco regulatorio y de supervisión de las cooperativas, se debería promover una regulación que permitiera a las entidades de intermediación financiera hacer alianzas con las cooperativas para otorgarles tarjetas de débito o crédito a los asociados de éstas. Así, aquellos que aún no poseen una cuenta bancaria, quedarían bancarizados a través de una tarjeta de débito o crédito con la que pueden realizar compras y transacciones financieras.

Cuarta propuesta. Promover un marco regulatorio que facilite que las entidades de intermediación financiera realicen sinergias con las empresas Fintech para bancarizar a la población que no tiene una cuenta bancaria, mediante sus dispositivos móviles inteligentes.

Conforme al Banco Mundial, “la tecnología financiera digital y el aumento del uso de teléfonos móviles a nivel mundial, han facilitado la ampliación del acceso de las pequeñas empresas y poblaciones difíciles de alcanzar a servicios financieros a un costo más bajo y con menor riesgo".

Los documentos de identidad digitales hacen más fácil que nunca abrir una cuenta. La digitalización de los pagos en efectivo ha permitido que más personas empiecen a usar cuentas de transacciones. Los servicios financieros por telefonía móvil permiten que haya un acceso conveniente aún en zonas remotas o rurales, considera el Banco Mundial.

Quinta propuesta. Revisar los Cargos y Comisiones aplicados a las cuentas de ahorro de la población de bajos ingresos.

Será importante revisar el tema de los cargos y comisiones asociados a los productos de ahorros y tarjetas de débito para la población de bajos ingresos. Este es un factor que limita el ahorro y el uso de los productos financieros, y así lo revela la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera elaborada por el Banco Central de la República Dominicana.

Sexta propuesta. El Estado en aras de promover mayores niveles de bancarización en la República Dominicana, debería considerar y analizar la posibilidad de una exención impositiva para las transacciones de pagos electrónicos asociadas a las cuentas de ahorros mediante tarjeta de débito de la población de bajos ingresos.

De igual manera, la exención de la retención del 10% de los intereses pagados a las cuentas de ahorros de estos segmentos de la población de bajos ingresos.

La teoría económica muy bien señala los efectos nocivos y distorsionadores para la economía de los impuestos que se les cargan al uso y tenencia de los productos financieros de los clientes pertenecientes a las entidades bancarias reguladas y supervisadas.

Finalmente, las propuestas enunciadas en este artículo tienen como finalidad acelerar los niveles de bancarización en la República Dominicana, con la finalidad de potenciar el crecimiento y el bienestar de la sociedad dominicana, a través de un sistema financiero eficiente, equitativo y competitivo. Dichas propuestas son sugerencias que vale el esfuerzo analizarlas y estimar la conveniencia de su implementación.

La columna “La Banca Dominicana por Dentro”, es desarrollada por Jesús Geraldo Martínez, en el interés de aportar al fortalecimiento del Sistema Financiero Dominicano desde una perspectiva analítica y práctica orientada a la formación de conocimientos y divulgación de informaciones exclusivas de dicho sector. Para contactar con el autor. Email jgmartinez20@icloud.com .