Durante 6 días, desde el 23 hasta el 29 de marzo, el comercio marítimo vivió la saga del enorme Ever Given, producto de condiciones atmosféricas adversas y maniobras incorrectas que entorpecieron la ruta marítima por el Canal de Suez, que une el mar Rojo y el mar Mediterráneo. Increíblemente una sola embarcación afectó el mundo del comercio de forma considerable.

¿Qué realmente sucedió? De acuerdo con Andrew Kinsey, consultor de Allianz Global Corporate & Specialty SE, el Canal de Suez es relativamente estrecho y además es conocido por presentar condiciones desfavorables para la navegación, dejando márgenes de errores mínimos, pero que cuando se concretizan las consecuencias son devastadoras. Precisamente, las dimensiones del barco portacontenedores Ever Given, de la naviera Evergreen, se vio enfrentado a una tormenta de arena que fue la receta perfecta para que el mismo encallara en ese pasaje marítimo, como ciertamente aconteció.

El canal de Suez, cuya construcción se inició en el año1859, conecta el Mar Mediterráneo y el Océano de India, vía el Mar Rojo, por un estrecho de alrededor de 120 millas, representó un cambio en el comercio mundial al acelerar el proceso de globalización del mismo, pues previamente los buques tenían que rodear África para llegar de Asia a Europa, lo que equivale en la actualidad a 2 semanas menos de viaje, siendo una de sus  ventajas en una economía de escala, la reducción de costo hasta de un 30%, gracias a nuevos motores que disminuyen la emisión de CO2.

La paralización del comercio, afortunadamente, en función de la disrupción de los mercados de petróleo no ha sido muy significativa, gracias a inventarios sólidos que se han venido acumulando fruto de un anémico 2020 no esperado. Además de que contrario a lo que generalmente se cree, la dinámica del comercio del Canal de Suez ha cambiado de forma dramática en los últimos 15 años.

Este doloroso accidente podría convertirse en una gran oportunidad para que el comercio pueda adaptarse con la existencia de embarcaciones superiores en tamaño a Ever Given

A pesar de jugar un rol fundamental en el comercio de petróleo a nivel global, el Canal de Suez actualmente sólo representa el 5% del petróleo comercializado a nivel mundial, contrario al 8-10% en el pasado milenio. Esta disminución se debe a dos elementos básicos: el primero es el cambio del contexto del comercio petrolero vía marítima, pues previamente Europa y Estados Unidos importaban alrededor de 5  MMb/d desde el Medio Oriente (al este del Canal de Suez), pero con el auge de las economías del Asia y  el incremento de producción local en Norteamérica a partir del 2010(gracias al fracking y petróleo de esquisto), el flujo vía esa ruta en lo que implica el oro negro ha cambiado, disminuyendo la exportación del Medio Oriente a la zona euro y EE.UU. en 1.2 MMb/d, al mismo tiempo que se ha elevado la exportación de este último al este del canal de Suez a un 2MMb/d. El otro factor muy interesante es que alrededor del 40% de los tanqueros petroleros son hoy muy grandes afín de poder atravesar dicha vía, optando por otro trayecto.

Embarcaciones con mayor capacidad de almacenamiento de hidrocarburos, justifican nuevas rutas aún sean más largas, por un asunto de economía de escala, siendo eso justamente uno de los motivos de la evolución en la dimensión de los buques del hidrocarburo, como el caso del modelo VLCC, que nació como una respuesta a la inestabilidad geopolítica de la región, y los constantes bloqueos del canal.

Ahora bien, la historia con respecto al comercio global de manera particular ha sido distinta, donde lo recientemente ocurrido en el Canal ha sido uno de sus principales facilitadores. Es de observar que esta efímera crisis tendrá imperiosamente un adicional impacto negativo en un futuro inmediato con demoras de entregas de mercancías. Incluso coloca el problema en la agenda de los nuevos retos que habrá que enfrentar en un futuro inmediato concerniente a los puertos marítimos y en el caso particular al canal de Suez, a medida que evolucionen el tamaño de los mega barcos, especialmente de contenedores.

Lo registrado está claro que fue muy escandaloso donde un terrible clima azotó la zona del Canal de Suez e impactó la embarcación Ever Given,  sumado al error humano originado en velocidad y maniobras equivocadas que se tradujeron en un volumen de más de US$12,000 MM en pérdidas y aproximadamente 300 embarcaciones paralizadas con productos en ruta dirigidas a abastecer múltiples mercados. Podríamos aseverar que el costo ha sido mínimo en términos relativos, y por un asunto del tiempo, hasta el factor suerte entra en juego. Un acontecimiento como este, en un futuro inmediato cuando la demanda petrolera vuelva a la normalidad es de asegurar que tendrá un costo mucho más alto, pues impulsaría automáticamente inflación por costo de producción, gracias al efecto multiplicador que los precios de los hidrocarburos experimentarían.

Mientras tanto se estima que este doloroso accidente podría convertirse en una gran oportunidad para que el comercio pueda adaptarse con la existencia de embarcaciones superiores en tamaño a Ever Given, pues un nuevo error amenazaría ser mucho más costoso, sin que deje de observarse que la  “pausa” del flujo marítimo vía el Canal de Suez impactaría adversamente el suministro de mercancías por meses, lo que probablemente llevará a una reorientación de una de las cadenas de suministros mucho más sostenibles, como bien sabemos se puso en evidencia durante los inicios  la pandemia, al depender de un reducido núcleo de suplidores. Al mismo tiempo debe pensarse en el abastecimiento para corto y largo plazo y que las grandes empresas se vean obligadas a abastecerse para un tiempo considerable y así evitar interrupciones agudas de suministros.