SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Una de las grandes lecciones que ha dejado la pandemia de la COVID-19 a la industria nacional es la necesidad de que el país pueda aumentar su producción nacional y así construir una economía más resiliente frente al vaivén de los acontecimientos que suceden en el exterior.

La reflexión del presidente de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), Celso Juan Marranzini, cerró un evento con periodistas convocados, precisamente, para abordar los efectos que ha tenido en la economía nacional el encarecimiento de la materia prima en el mercado internacional y del transporte de ella al país.

Como ejemplo de estos aumentos, se encuentra el alza de los fletes desde China, que al mercado centroamericano subió de US$1,500 a US$8,500. "Lo que tiene al mundo atrapado con el tema es que China es la fábrica del mundo, la mayoría de los (productos de los) sectores industriales se producen en China", indicó el miembro de la directiva AIRD José Luis Venta.

Marranzini enfatizó a su vez sobre la importancia de tener una industria con capacidad de suministrar la mayoría de los productos que consume el país, lo que también garantizaría la generación de empleos. Mencionó, además, la necesidad de fortalecer la competitividad, atraer nuevas inversiones, diversificar el mercado y aumentar las exportaciones.

Se conjugó en el país una serie de elementos que generaron una "tormenta perfecta" que despertó la inflación. "Esto no es culpa de nadie, es una consecuencia de la pandemia y todos somos víctimas. Nadie se beneficia de una situación como esta", recalcó.

En este escenario inflacionario ha tenido un peso específico el aumento de los precios de la materia prima en un 33% para el mercado nacional, desde febrero del 2020 a febrero del 2021. También, el déficit del transporte de esa materia que se importa y el aumento de los precios del petróleo.