Dos de los parámetros fundamentales para la inversión es determinar el riesgo y potencial retorno. El exceso desenfrenado del riesgo, en busca de maximizar las ganancias, fue una de las causas que nos condujo a la crisis financiera del 2008. Irónicamente, en un tema de mercado de capitales nos viene a la mente Carlos Marx, que decía: “La historia ocurre dos veces: una vez como una gran tragedia y la segunda como miserable farsa”.
Al aludir a la miserable farsa me refiero al colapso de Archegos Capital Management, a finales del mes pasado. A pesar de que aún existen muchas preguntas por responder, en sentido general es obvio que la razón principal fue la inversión excesiva de capital con riesgo ilimitado de los inversionistas.
Bill Hwang, el fundador de Archegos Capital en el 2013, fue autor de uno de los fracasos más agudos de la historia financiera, al evaporar alrededor de US$20,000 MM en tan sólo dos días. La historia no registra un caso similar en el que un inversionista haya perdido tan alta suma de forma tan acelerada. La pregunta que nos hacemos todos es cómo una persona con tan vasta experiencia en el mundo de los negocios y particularmente en décadas en inversión de capitales pudo destruir tanto en tan poco tiempo, particularmente si por vía de los medios de comunicación nos hemos enterado de que no había transcurrido mucho desde que el inversionista y fundador había definido una estrategia de inversión de alrededor de US$100,000 MM.
Una estrategia que contaba con dos características fundamentales: la primera era que sus posiciones fueran cubiertas con préstamos de instituciones bancarias, y la segunda que la misma no poseyera posiciones directas en las acciones, sino en permutas de retorno total de los TRS (por sus siglas en inglés), que no son más que productos derivados usados por inversionistas institucionales en busca de beneficiarse del alza de acciones en los mercados de capitales, diferenciándose los mismos de lo que llamamos posiciones tradicionales que únicamente se verían obligados a depositar una cantidad mínima del costo total, que es ciertamente lo colateral.
En lo atinente a los préstamos para cubrir sus posiciones es de señalar que comúnmente son muy atractivas para los bancos de inversión por los retornos en un breve lapso, vía los intereses que generan, por lo que en lo respecta al inversionista Bill Hwang, es un “ganar-ganar”, en virtud de que le otorgaría más poder de compra en los mercados, en tanto que los TRS al requerir de un capital mínimo en función de la posición del inversionista, los cambios en ganancias y pérdidas son mucho más susceptibles ante las fluctuaciones de las acciones a que han sido expuestos.
En el concierto de ese dramático fracaso las posiciones de las acciones de Baidu, Tencent, Discovery y ViacomCBS disminuyeron su valor en el mercado a un 33.5%, 48.5%, 26 % y 27 %, respectivamente. Esta baja trajo como resultado liquidación de posiciones, y pérdidas para los acreedores, Credit Suisse de US$4,000 MM y Nomura Holdings, US$2000 MM.
Hacemos ese recuento a manera de reflexión, pues ¿acaso sus posiciones no fueron excesivas y la cultura de casino de Wall Street no estuvo a punto de destruir todo el sistema financiero global? Obviamente que sí, ya que hoy nos damos cuenta de que una sola institución, peor aún, un solo individuo puso en entredicho las prácticas de gerencias de riesgo de emblemáticos bancos internacionales como lo son Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Nomura Holdings y Wells Fargo.
Durante la crisis financiera del 2008, uno de los principales problemas fue que muchos bancos no sabían en realidad en qué invertían, lo que nos induce a pensar que eso mismo sucedió la semana pasada. Y es que a pesar de los cambios substanciales que ha experimentado el sistema financiero, se puso en evidencia que los riesgos de errores de unos cuantos muy bien se pueden propagar a los demás. Una gran falla es que en ocasiones los inversionistas con posiciones de US$100 MM o más deben notificar sus posiciones cada trimestre al SEC (siglas en inglés) y sin embargo la agencia no regulariza ninguna clase de permutas, obviando casos como el sucedido.
Archegos Capital puso de manifiesto que el riesgo excesivo de un diminuto grupo puede afectar a la gran mayoría, traspasando fronteras, incluyendo a la banca, inversionistas, e incluso expandiéndose a otros sectores fuera del país del delito. Lo acontecido, afortunadamente, no produjo mayores daños, aunque las agencias correspondientes deben poner mayor atención a las permutas (Swaps), pues de lo contrario pagaremos justos por pecadores. Es de hacer notar que se urge de un régimen de consecuencia.