México-. Los beneficios de la vacuna contra el COVID-19 se verán hasta finales del 2021 y principios del 2022, por lo que es necesario “relanzar” la estrategia contra la pandemia, establecer el uso generalizado del cubrebocas, realizar más pruebas diagnósticas, y mejorar la coordinación entre la federación y los estados, coincidieron especialistas.
En el foro virtual organizado por EL FINANCIERO denominado “¿Qué medidas de prevención debemos tomar en la segunda oleada de COVID-19?”, los doctores Alejandro Macías, José Narro Robles y Guillermo Torre urgieron, además, a canalizar más recursos para mejorar la capacidad de respuesta hospitalaria para atender de manera temprana a los enfermos.
“Tenemos que relanzar la estrategia y tenemos que hacer cambios importantes”, afirmó el exsecretario de Salud, José Narro Robles, en la mesa moderada por la periodista Sofía Villalobos.
El comisionado nacional para la Prevención y Control de la Influenza en 2009, Alejandro Macías, puso énfasis, por su parte, en la urgencia de establecer y fomentar, “sin ambigüedades”, el uso generalizado del cubrebocas, el cual, existe evidencia, protege tanto a quien lo utiliza como a los demás.
“(Se debe de difundir) el uso de cubrebocas ejemplificado en la figura del presidente de México. (…) Hacer pruebas para detectar oportunamente a las personas contagiadas y poder aislarlos y poner en cuarentena a sus contactos; mejorar la coordinación de la federación con las entidades federativas. Y (esta situación) tiene que resolverse en unidad”, respaldó el doctor Narro, también exrector de la UNAM.
El rector de TecSalud, Guillermo Torre, destacó, en su oportunidad, que “es inaceptable” que el Instituto Mexicano del Seguro Social registre una mortalidad cercana al 50 por ciento entre los pacientes con COVID-19, por lo cual es necesario mejorar la respuesta hospitalaria de quienes enferman.
“No podemos dejar a esa gente sin el estándar del tratamiento que en muchos otros países ha bajado la mortalidad hospitalaria a menos del 10 por ciento”, sostuvo.
Al respecto, Narro Robles expuso que nuestro país tiene 9.8 por ciento de letalidad, lo cual quiere decir que de cada 100 pacientes, 10 fallecen, mientras que, en el mundo, este registro se ubica debajo de 2.4.
“Esto tenemos que corregirlo revisando los protocolos, uniformando la manera de atender a la población. Y tenemos que conseguir que aquel dicho que se aplicó en los primeros meses (de la pandemia) se olvide por completo, aquel de `Si estás enfermo mejor quédate en casa´. No, tenemos que tener una intervención temprana”, resaltó.
El doctor Macías recomendó, por otra parte, a los ciudadanos tener un oxímetro en casa, porque el COVID-19 propicia la “hipoxemia feliz”, lo que significa que cuando a un paciente le hace falta oxígeno no se dan cuenta, y cuando llegan al hospital con 70 de oxigenación ya es muy tarde (lo normal es 92).
“Los efectos de la vacunación se van a ver probablemente a finales del 2021 y hacia el 2022, si (es que) tenemos un buen programa de vacunación. Aquí y ahora esta situación que evidentemente tenemos en México irá para peor”, remató.
Para el doctor Narro, la vacuna no va a resolver el 100 por ciento del problema, lo cual ya se ha visto con otro tipo de vacunas.
“Yo celebro que la capacidad de generar anticuerpos de las vacunas está probando ser muy alta, pero vamos a tener que someterla a la prueba de la realidad poblacionalmente, no nada más a un ensayo clínico”, añadió.
El exrector de la máxima casa de estudios lamentó que el 20 de noviembre próximo la pandemia de COVID-19 habrá dejado no solo más de un millón de casos confirmados en nuestro país, sino además más fallecimientos.
“Estaremos rebasando el 20 de noviembre, desgraciadamente los 100 mil muertos, 100 mil defunciones de nueva cuenta de acuerdo con la cifra oficial sin contar las 41 mil muertes que la propia página de la Dirección General de Epidemiología se reconocen como enfermedades que puede tener relación con COVID”, acotó.
Guillermo Torre, finalmente, refirió que cuando nuestro país salga de esta pandemia, será necesario hacer una examinación post mortem de esta crisis, con el objetivo de buscar soluciones alternas al modelo de salud para mejorarlo: “yo creo que sería cuando menos algo rescatable, constructivo, de cómo hemos vivido esta pandemia”, añadió.