La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, consideró este jueves que Latinoamérica enfrenta diversos retos y riesgos ante la pandemia de COVID-19, entre ellos los relacionados con acceso a educación y trabajo.
La exfuncionaria consideró que en la región se están viendo distintos efectos sociales, los cuales podrían profundizarse si las respuestas económicas de los países no garantizan un crecimiento rápido, sostenido e inclusivo. Además, añadió que a la región se le ha ido un año en reflexionar sobre las oportunidades que podría brindar la crisis sanitaria.
"Me temo que se nos haya ido un año, que los países no hayan aprendido la lección, que si hay un crecimiento de demanda externa otra vez volvamos a tener una especie de espejismo con el crecimiento de los precios de algunas materias primas, y entonces todo ese discurso de haber aprovechado la crisis para hacer esas reformas de fondo se quede en eso", apuntó en el periódico mexicano El Financiero MEET POINT. América Latina: ¿La región más golpeada por COVID-19?
Chinchilla manifestó que las consecuencias sociales de esto comenzarán a verse. "Por ejemplo, el tema de la educación. Se estima, por lo menos datos de la Cepal recientes, que cerca de una tercera parte de los hogares latinoamericanos quedaron desconectados, es decir, no pudieron accesar a internet y ahí viven niños. Esos niños pueden convertirse en toda una generación pérdida", comentó.
Recordó que otro problema que enfrenta la región desde antes es la informalidad, y que dicho sector laboral seguirá padeciendo incertidumbre de si habrá o no nuevamente cierres parciales o totales de la economía.
Y otra situación está relacionada con el crecimiento de la violencia. "Uno de los indicadores que sí pareciera estar ampliándose es el control territorial del crimen organizado ante el vacío de respuestas por parte del estado, número uno. Y segundo, ante las alternativas que el crimen organizado están dando para que las familias puedan salir adelante", declaró en su participación.
Todos estos temas representan desafíos para los países de la región, especialmente para aquellos de Centroamérica, así como México y Colombia, concluyó Chinchilla.