En abril del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha COVAX, una iniciativa para garantizar acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19. Sin embargo, no se han obtenido los resultados planteados en un primer momento.

De acuerdo con el artículo ‘Protecting refugees during the COVID-19 pandemic’, publicado en The Lancet, COVAX plantea el apoyo a países pobres, pero no se contempla a los refugiados y migrantes que van de un país a otro por diversas razones.

La publicación estima que la COVID-19 ha afectado a 26 millones 300 mil refugiados en todo el mundo. Los programas internacionales para frenar el contagio de COVID-19 no se han focalizado en los albergues y refugios que están densamente poblados, sin las condiciones de salubridad adecuadas, ya que se acrece de agua y jabón.

En cuanto al envío de vacunas a través de COVAX, al 14 de junio The Lancet reporta que se han enviado 87 millones a 131 países, sin dar prioridad a refugiados y migrantes. La OMS tiene como meta dar 2 mil millones de dosis a finales del 2021. Como se puede apreciar, a mitad de año, no se ha cumplido con el 50 por ciento del objetivo planteado.

Escasez de vacunas

En abril de este año, diversas naciones expresaron su preocupación ante la escasez de vacunas para los países pobres. De acuerdo con AP, esto se debió a la decisión de India de dejar de exportar las elaboradas en el Instituto Serum, de donde salen la mayoría de las de AstraZeneca y que son con las que COVAX contaba para suministrar a alrededor de un tercio de la población mundial.

El COVAX solo reparte vacunas aprobadas por la OMS, y los países están cada vez más impacientes.

Ya en mayo, debido a la situación, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, pidió a los países no vacunar a los niños y adolescentes, y considerar entregar esas dosis al mecanismo COVAX.

También informó que actualmente solo el 0.3 por ciento del suministro de vacunas mundiales se destina a los países de ingresos medios y bajos.