La magistrada Yeni Berenice Reynoso, procuradora fiscal del Distrito Nacional, decidió correctamente sobre la querella presentada por el doctor Guillermo Moreno contra el ex presidente de la República, Leonel Fernández, y contra la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).

La decisión es correcta jurídicamente, y políticamente es altamente beneficiosa para el país, porque ayuda a develar un manto de sombra que ha afectado durante mucho tiempo a la República Dominicana: que la impunidad es generalizada.

La funcionaria dejó claro que el expediente seguirá su curso normal y procedió a notificar a las partes involucradas, para que los abogados comiencen a prepararse. Le toca a la Fiscalía hacer la investigación, requerir todos los documentos que entienda pertinentes, y examinar las pruebas que les fueron presentadas en la querella.

Eso es lo correcto. Incluso, la decisión favorece la credibilidad del doctor Leonel Fernández, porque tiene ahora la oportunidad de demostrar su inocencia, sin auxiliarse de mecanismos de poder, de su influencia política o de favores que les pueden ser devueltos.

Llama la atención que entre los 7 abogados designados por el doctor Fernández para defenderlo haya tres estrechamente vinculados a la magistrada Yeni Berenice Reynoso. Es posible que se trate de una pura coincidencia, o que haya una estrategia para que la distinguida fiscal desvía su voluntad de profesionalidad e independencia.

Raúl Martínez, Ramón Núñez y Radhamés Jiménez son esos tres abogados. Los demás pueden ser y han sido abogados de Leonel Fernández. Pero es sorprendente la cercanía de los tres abogados con Yeni Berenice Reynoso:

Raúl Martínez la designó su ayudante, cuando él era fiscal de Santiago. Cuando fue designado Gobernador de Santiago, él sugirió que Berenice Reynoso fuese promovida a fiscal, lo que ocurrió.

Ramón Núñez fue el director de la Escuela de Formación del Ministerio Público. Esa fue precisamente la escuela en la que se formó técnicamente Yeni Berenice Reynoso, y hay que suponer algún tipo de reconocimiento o amistad.

Radhamés Jiménez fue el Procurador General de la República en el tiempo del ascenso de Yeni Berenice en Santiago, y luego encabezó el Consejo Superior del Ministerio Público que la designó a ella Procuradora Fiscal del Distrito Nacional. Fue Jiménez quien empujó esa decisión.

Sin embargo, la fiscal del DN ha demostrado una voluntad de hierro, una independencia a toda prueba, y una verticalidad que no deja dudas de su profesionalismo y honradez. Eso es lo que conviene al proceso, y es lo que conviene al doctor Leonel Fernández, puesto que la querella pone en duda su honradez y cumplimiento de la Constitución mientras fue presidente de la República.

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