En medio de la pandemia de Covid-19, el presidente Luis Abinader realiza su primer viaje internacional de importancia, luego de su instalación como presidente de la República el 16 de agosto del año pasado. El viaje realizado a Europa tiene relevancia, más allá del objetivo principal de recibir la coordinación de la próxima cumbre iberoamericana, que deberá realizarse en 2022 en la República Dominicana.

Los presidentes viajan poco en estos tiempos. Luis Abinader apenas acudió a la instalación del nuevo gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, el 2 de enero de 2021. El presidente dominicano se ha concentrado en llevar las riendas de su gobierno en los aspectos prioritarios, que han sido la salud, las vacunas, la transparencia y la generación de empleos.

En este caso el presidente aceptó estar presencia y recibir la presidencia pro-tempere de la Cumbre Iberoamericana, en Andorra, pasando previamente por España, en donde ha Tenido una ronda de encuentros importantes, tanto con el Rey Felipe VI, como con el presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez, así como con el presidente de la Asociación Mundial de Turismo, con empresarios inversionistas en la República Dominicana, y con dominicanos residentes en Madrid, así como con los ex presidentes del gobierno español Felipe Gonzalez y José María Aznar.

En España, en Andorra, y donde quiera que va el presidente Luis Abinader reitera su interés en el servicio a los dominicanos, en la transparencia, en la generación de empleos, en la garantía de la inversión extranjera y ofrece datos que son sumamente atractivos sobre las condiciones para hacer negocios en la República Dominicana.

Una de las características de los viajes que ha hecho el presidente Abinader, hasta este momento, es la racionalidad y modestia en su desenvolvimiento. Ha utilizado vuelos comerciales, de empresas aéreas establecidas. En esta ocasión utilizó Air Europa. Ha realizado el viaje acompañado con una comitiva reducida, y ha limitado al mínimo las invitaciones. Es decir, que el presidente no ha hecho alarde, com fue frecuente en los más de 70 viajes al exterior realizados por Leonel Fernández entre 2004 y 2012, y como resultó más que obvio en los viajes realizados por Danilo Medina en su gestión de ocho años de gobierno.

Si comparamos, habría que decir que los dos viajes de Luis Abinader, en enero a Puerto Rico, y en abril a España y Andorra, su comitiva ha sido muchísimo más pequeña que las comitivas convocadas y solventadas por el anterior ministro de Turismo, Francisco Javier García, a cada una de las reuniones internacionales a las que acudía con docenas de amigos, cubriendo el Estado dominicano una gran parte de sus gastos.

Buen ejemplo el que nos está ofreciendo en racionalidad y moderación el presidente Luis Abinader en sus precarios viajes al exterior. Y hasta ahora, el ritmo de trabajo y de reuniones que ha organizado ha sido altamente atractivo, con temáticas que debían, por lo pronto, atraer inversionistas y presentar resultados positivos. En este sentido, el cambio que se nos está mostrando es notable.