Criminales, desalmados, abusadores son solo tres de las muchas expresiones que pueden utilizarse para identificar a quienes, por segunda vez este año, han envenenado los peces del criadero bajo cultivo que tienen como autogestión las mujeres de Bombita, Barahona, y que el año pasado fuera reconocido por el Banco BHD-León, dentro de la premiación Mujeres que cambian el mundo.

Célida Marcelo y Yamiris Méndez Luis son las dos mujeres que lideran este proyecto. Ellas que han trabajado, que han tenido la iniciativa, que han dedicado tiempo y arriesgado todo para echar adelante su emprendimiento, merecen el apoyo de las autoridades y en particular del Ministerio Público, en la investigación de los responsables del crimen, y de los motivos que han tenido para agredir en marzo y en mayo un proyecto así, envenenando miles de peces.

Esta ocasión el crimen se produjo el sábado 14 de mayo, un día antes de las elecciones. Envenenaron 12 mil peces, lo que representa una pérdida de por lo menos 250 mil pesos.

Si es por odio que lo hacen, o por que se trata de mujeres que han asumido un protagonismo poco común, habría que investigar. El castigo de la justicia tiene que ser aplicado, en todo caso.

Y como se trata de una segunda agresión, lo correcto es que el Ministerio de Agricultura le brinde apoyo o que el Ministerio Público le brinde protección para que el ataque no se repita.

Es una vergüenza que la delincuencia llegue a estos niveles de agresión sobre un proyecto que cambia la vida de una gran comunidad de personas pobres.

Nota sobre la agresión al proyecto de peces de Bombilla.