Si nos atenemos al comunicado del Ministerio de Hacienda y la Dirección General de Aduanas, desde hace 9 años se está aplicando irregularmente un decreto del Poder Ejecutivo, el 402-05, y se está exceptuando el cobro de los impuestos a las mercancías que se compran por Internet y que tienen un valor por debajo de los 200 dólares.

Al parecer mucha gente comienza a entender que este es el camino para resolver un entuerto de la administración del presidente Leonel Fernández. Cuando se aplicó la última reforma fiscal, y se incluyó el cobro de impuestos a las mercancía compradas por Internet, hubo protestas, y Danilo acogió las peticiones. Y lo que hizo fue insistir en el error. Por lo menos eso es lo que están diciendo las autoridades de Hacienda.

La presión del sector comercial dominicano para que se cobre impuestos a las compras por Internet se ha juntado con el interés denodado de los funcionarios del gobierno para aumentar las recaudaciones. Dicen que sobrepasa de 5 mil millones la evasión fiscal por esa vía. Y tanto el CONEP como las asociaciones de comerciantes están contentos, porque el monto del negocio por Internet será detenido, y todo el mundo tendrá que pagar el ITBIS, el selectivo al consumo y otras tasas.

Es decir, que a partir del 15 de agosto será más caro comprar una camisa por Internet que comprarla en el mercado local. Y habrá libertad para subir los precios que el mercado local permita, porque localmente la competencia se unifica contra los consumidores. Veamos las historias que cuenta cada día la director de Proconsumidor.

Pero hay una trampa, y el sector empresarial debería levantar bien la vista a la ilegalidad que está apoyando.

La Dirección General de Aduanas y el Ministerio de Hacienda están disponiendo administrativamente el cobro del impuesto. Hace 9 años que no se cobra ese impuesto. Y siempre se ha dicho que la costumbre hace ley. Y el presidente Danilo Medina reiteró que no había que cobrar el impuesto a las mercancías por debajo de los 200 dólares.

Si Hacienda y Aduanas establecen el precedente de que es posible pisotear un decreto del Poder Ejecutivo o una ley de impuestos aplicada razonablemente durante 9 años, y que no es una tarea correctiva del Congreso Nacional, se expone a una tragedia.

A los funcionarios y políticos dominicanos solo hay que abrirle una puerta de escape, y por ahí se van todos. Los impuestos adelantados se establecieron de forma temporal en el país, y ya son una realidad invariable. Desde el momento en que los empresarios apoyen este atropello a la ley, y a una disposición discutida y establecida por decreto, están abriendo las compuertas para el despelote impositivo.

No habrá posibilidad de impedir que se exceptúen disposiciones especiales, regímenes especiales, por ejemplo para el turismo, las zonas francas, la frontera, las exportaciones, e interpretar que han sido mal aplicadas, y corregirlas administrativamente. Esa es la realidad que no están viendo los grupos empresariales y de comerciantes que hoy aplauden el abuso del Ministerio de Hacienda y la Dirección General de Aduanas.

¡Ah! El presidente no habla de ese tema porque queda enfrentado a las clases medias, y a los millones de ciudadanos que han aprendido que comprar por Internet es un 30 por ciento y hasta un 50% más barato que hacerlo en las tiendas locales. Incluso, las tiendas online tiene más garantías y son más responsables de muchas tiendas locales. Es mucho lo que tenemos que aprender como nación, y como cobradores de impuestos.