Sorprende la propuesta del Partido Reformista Social Cristiano de modificar ahora la Constitución de la República. El presidente Danilo Medina acaba de pronunciar un discurso que aporta tranquilidad y sosiego a la sociedad, y que le quita un espoleta a la bomba política que se había formado con el tema de la reforma constitucional.

Independientemente de los temas planteados por los reformistas, que son 11 en total, y hasta de la justeza de algunos de ellos, habría que volver ahora sobre un asunto que tiene serias consecuencias para el país y para el escenario político, precisamente unas cuantas semanas antes de las primarias de los partidos para escoger a sus candidatos presidenciales y los candidatos a posiciones electivas en los municipios y el Congreso Nacional.

Son atractivos los temas de separar al Procurador General de la República del Consejo Nacional de la Magistratura, y que los electos para las posiciones de jueces tengan por lo menos 10 años de haberse separado de su militancia política, entre otros asuntos propuestos, pero no deja de sorprender el potencial conflicto que se originaría con una convocatoria de la reforma de la Constitución en este momento.

El otro problema tiene que ver con las decisiones de los reformistas. ¿Hay acuerdo para que se presentara esa propuesta? ¿La disidencia tiene razón en rechazar esta sugerencia, que no fue una resolución de la mayoría del directorio del PRSC? ¿A cuáles intereses responden los proponentes de esta sugerencia? ¿Están realmente preocupados por el costo de las elecciones consecutivas? ¿Alguna vez lo estuvieron en el pasado?

Federico Antún Batlle y Ramón Rogelio Genao, presidente y secretario general del PRSC, están encaminándose por un terreno terriblemente peligroso y hasta podrían coincidir con posturas ya rechazadas por el presidente Danilo Medina, quien dijo haber rechazado propuestas de ir adelante con el proyecto de cambio de la Constitución.

El camino es riesgoso y podría meter al país en un atolladero que no encuentre la salida institucional que necesitamos, y que se enfoca en elecciones limpias y transparentes, para la elección de un gobierno democrático, que responda a los intereses y anhelo del pueblo dominicano.