En una reunión de la Internacional Socialista realizada en República Dominicana, y a la que fue invitado el presidente de la República Danilo Medina, el candidato a la reelección ha dicho que luego de las elecciones del 15 de mayo los miembros del Congreso Nacional deben discutir y aprobar dos propuestas de leyes que tienen muchos años en discusión, y decimos nosotros no han pasado a convertirse en leyes por la negativa del Partido de la Liberación Dominicana: La modificación de la ley 275-97, sobre el régimen electoral, y la inexistente Ley General de Partidos y Agrupaciones Políticas.
Danilo Medina lo había entendido antes y lo entiende ahora, pero no había dado el paso para que estos cambios se produjeran, por conveniencias del momento en que se encontraba él y su partido, y porque su olfato político le indicaba que estaba en condiciones de sacar ventajas.
El presidente ahora, en un escenario de la Internacional Socialista donde se siente como entre sus propios compañeros, porque el PRD es su aliado en este momento, cree que ya llegó el momento de fortalecer la democracia con la aprobación de una ley de partidos y la actualización de la ley electoral.
Lo dijo claro, y nos parece oportuno tomarle la palabra. Las promesas y los pactos para aprobar una ley de partidos políticos viene de lejos, de varios años años. Se crearon comisiones de trabajo, se integró a la sociedad civil, se trabajó desde una comisión del Congreso. La propia Junta Central Electoral presentó un proyecto de ley, los partidos hicieron un consenso, y luego que entró a comisión de estudio comenzó un sueño del que aún no despierta.
“Y, si me lo permiten, quisiera aprovechar este encuentro para solicitar públicamente a nuestros congresistas que prioricen la aprobación de estas iniciativas una vez haya concluido el proceso electoral. Para que nuestro país pueda dar ese sustancial paso adelante en la consolidación democrática”.
El ánimo colectivo, de oficialistas y opositores, debe ser que el tráfago de este proceso electoral no impida a los legisladores tener presente esta solicitud del presidente de la República. La ley de partidos políticos es necesaria, muy necesaria.
En este proceso electoral tenemos las principales agrupaciones políticas del país en franco deterioro. La democracia interna en los partidos desapareció con los acuerdos que se hicieron y que eternizan en sus cargos a senadores, diputados y síndicos. El partido más poderoso es el oficialista, que a su vez sigue siendo fuerte porque ha logrado debilitar a las demás organizaciones polacas o absorberlas.
Ojalá que esta promesa del presidente Danilo Medina no se olvide, que a partir del próximo periodo de gobierno tengamos una ley electoral actualizada y moderna, y una ley de partidos políticos que regule la democracia interna de los partidos.