El gobierno haitiano, encabezado por Jovenel Moise, acaba de solicitar al gobierno dominicano la extradición del ex alcalde de Puerto Príncipe, Youri Chevry, opositor y a quien acusa, sin presentar pruebas, de dirigir bandas criminales y de haber sido parte de una supuesta conspiración para asesinar al presidente el pasado 7 de febrero.
El gobierno dominicano debe desechar la petición y ofrecer asilo y garantías de seguridad al perseguido político haitiano, porque es muy obvio que el presidente Moise se ha ensañado buscando chivos expiatorios, persiguiendo a opositores, y destituyendo a los jueces del Tribunal de Casación, sin contar con la aprobación de los mecanismos legales para ello. Con razón algunos países, como Francia y Estados Unidos, ven con ojeriza las acciones políticas del frágil gobierno haitiano.
Moise carece de apoyo interno, con la excepción de la Policía Nacional Haitiana. Grupos empresariales, religiosos, medios de comunicación, partidos políticos han expresado su rechazo al gobierno de Moise y a su proceso de reforma constitucional unilateral, que ha tenido que ser cambiado de fecha esta semana (De abril para junio). Aceptar una petición como la del gobierno de Moise sobre el opositor en tierra dominicana, sería exponer el país a un escarnio público internacional, y colocarnos en la lista de violadores de los derechos humanos.
Moise ha insistido en la violencia contra los opositores. Su gobierno y su policía aplicaron tortura contra un juez del Tribunal de Casación. Otros dos jueces fueron ilegalmente destituidos, acusados de estar participando en política. Y el lunes de esta semana, Moise pudo abrirse a la comunidad internacional en la reunión del Consejo de Seguridad, donde tuvo la oportunidad de hablar a los países que están siguiendo con atención la crisis en Haití y que encabezan las decisiones de alta política mundial.
Contrario a lo que todo el mundo está observando, de que Haití está en una muy seria crisis política, Moise perdió tiempo ante el Consejo de Seguridad hablando de democracia consolidada en Haití y de que estaba avanzando en un diálogo (inexistente) con los opositores. Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU tienen amplios conocimientos del desastre que hay en Haití. Y Moise desperdició la oportunidad de presentar un plan de salida del gobierno, que implicara algún tipo de acuerdo con los grupos que le adversan y con la sociedad civil haitiana. Era su gran oportunidad y no la vio ni aprovechó para entregar una propuesta.
No lo hizo, y terminó siendo llamado a callarse porque su tiempo ya había terminado, desperdiciando una maravillosa oportunidad para presentar una salida digna, que favorezca a su país, ofreciendo alternativas a una crisis que lo ha colocado a él como el centro del problema. A Moise le quedan pocas semanas en el gobierno. Su propuesta es realizar un referendo en el mes de junio sobre el cambio de la Constitución haitiana, y en noviembre realizar las elecciones presidenciales y parlamentarias. Los opositores y la sociedad civil haitianas no aceptarán ambas actividades organizadas o administradas por el gobierno.
En el caso hipotético de que el gobierno dominicana aceptara un entendimiento sobre el destino de Youri Chevry, habría que contemplar el escenario siguiente: Podría ser asesinado, y la responsabilidad de su muerte caería en el gobierno dominicano. En Haití no hay justicia, pues Moise se ha encargado de destruirla. En el caso de que a Chevry no le ocurriese ningún daño, toda la oposición, los grupos empresariales, las iglesias, los medios de comunicación, asumirían esa entrega como un acto de complicidad del gobierno dominicano con un gobierno rechazado por el pueblo haitiano. Quien sea que asumiera el poder en Haití actuaría terriblemente ensañado contra la República Dominicana. Son muchos los temas y acuerdos que deben producirse para sacar provecho en las relaciones bilaterales entre haitianos y dominicanos.
Por tanto, no es aceptable la petición del gobierno haitiano de que Youri Chevry le sea entregado. Solo hay que leer con detenimiento las palabras utilizadas por el secretario de comunicaciones del gobierno haitiano, Frantz Exantus, al anunciar la petición.
Sin ninguna prueba, sin justicia y sin escrúpulos, dijo que Chevry "está estrechamente relacionado con los bandidos que desde hace tiempo siembran el terror en el país”. No hay forma de demostrar estas imputaciones, pues lo que la oposición ha dicho es exactamente lo contrario, que los bandidos que siembran el terror lo hacen bajo la sombra y protección del gobierno, que es lo que mantiene bajo secuestro a dos ciudadanos dominicanos que trabajaban como parte de una empresa cinematográfica en Haití.
Lo que deben hacer las autoridades dominicanas es poner en libertad a Youri Chevry, ofrecerle protección mientras permanezca en la República Dominicana, y seguir haciendo gestiones para obtener la cooperación de la comunidad internacional y la Policía de Haití, en la localización y liberación de los ciudadanos dominicanos secuestrados.