La Cámara de Diputados se apresta a discutir este jueves las observaciones del presidente Danilo Medina al Código Penal, y en particular las relacionadas con la interrupción del embarazo en casos excepcionales, como el incesto, la violación y las malformaciones de fetos.
Algunos grupos religiosos han presionado al Congreso, y de paso al gobierno, para que se vuelva atrás, y el país siga siendo una de las cuatro naciones del universo que tienen cerrada en forma absoluta toda posibilidad de interrupción de embarazo, pese a que la vida de la madre pueda estar en peligro.
Algunos diputados, más por razones políticas y religiosas que por razones de interés colectivo, quieren hacer quedar mal al presidente Danilo Medina. Desde hace tiempo conspiran contra el presidente y contra su gobierno. Otros legisladores, en particular del Partido de la Liberación Dominicana, juegan a la política electorera, y quieren que las iglesias le endosen apoyos para las elecciones legislativas del 2016. Algunas iglesias se han atrevido al chantaje directo y a ofrecer apoyo político a quienes les brinden respaldo ahora. La gente vota en los procesos electorales y no lo hace en función de la iglesia a la que asistan. Otras son las razones.
¿Cuál es la cuestión ahora? Que se quiere crear un conflicto de competencias, entre el Congreso y el Poder Ejecutivo, y de paso hacer fracasar al presidente Medina. El argumento que utilizan algunos pseudo legisladores, o legisladores postizos, es que el presidente estaba obligado a ofrecer al Congreso los textos como entiende que debían quedar en el Código Penal. El jurista constitucional Cristóbal Rodríguez ha dicho que el presidente solo está obligado a hacer lo que hizo, señalar los puntos que quería observar y remitir al Congreso esos señalamientos, no la propuesta de textos.
Si los legisladores del PLD aceptan el chantaje, y de paso desdicen al presidente de la República, estarán colocándose de espalda a la historia, y están olvidando que el presidente Medina cuenta con un respaldo popular de más de un 80 por ciento de la población. También están tratando de restar autoridad y liderazgo al presidente de la República, para transferirlo a los fanáticos religiosos que han ido al Congreso a presionar.
El presidente de los diputados, Abel Martínez deberá actuar con mucha inteligencia en este caso, lo mismo que el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara Demóstenes Martínez, porque sin que necesariamente estén implicados, estarían auspiciando un atentado contra el orden constitucional y contra el presidente de la República, Danilo Medina.
Es necesario que las dos terceras partes de la Cámara de Diputados se ponga de acuerdo para que las observaciones del presidente Danilo Medina queden en suspenso, y el Código Penal con la prohibición absoluta de la interrupción del embarazo se imponga. El presidente Medina cuenta con una lista de seguidores en la Cámara de Diputados que perfectamente pueden impedir esa conspiración. Si esos diputados actúan como reses y se llevan de las proclamas salpicadas de fanatismo religioso se estarían hundiendo la posibilidad de que el presidente Danilo Medina concluya exitosamente su gobierno. Esa es la realidad a la que nos abocamos como nación a partir de un tema que todos los países civilizados del mundo han resuelto casi del mismo modo que lo ha propuesto el presidente Danilo Medina.
El presidente tiene la razón y deberá seguir insistiendo en ella, pese a la conspiración en su contra.