Aunque un poco tarde, hizo bien la Junta Central Electoral en aprobar la resolución 10-2019, discutida en una reunión extraordinaria del Pleno de ese organismo, para detener la precipitada campaña electoral en la que llevamos ya varios meses.

La JCE decidió convocar también a los partidos políticos para el próximo 29 de mayo a las 10 de la mañana, para discutir los alcances y cumplimientos de la resolución. Los presidentes, secretarios generales de los partidos están convocados para que asuman como un ultimatun la resolución 10-2019.

La credibilidad de la Junta Central Electoral ha sido cuestionada. Hay varios recursos legales contra la resolución sobre el arrastre. Siguen pendientes asuntos importantes sobre las primarias de los partidos y la constitución de las juntas electorales. Todos estos temas, más los asuntos tecnológicos, representan un obstáculo para la planeación y el fiel cumplimiento de los requisitos que establece la Constitución de la República para unas elecciones transparentes y equitativas.

La JCE está obligada a despejar el camino hacia un proceso electoral sin cuestionamientos mayores, como los que hemos tenido en el pasado. Y lo primero es imponer a los partidos políticos su autoridad respecto del inicio de la pre-campaña electoral, luego de seleccionados los aspirantes a las posiciones electivas. Esa preselección tienen que hacerla los partidos políticos.

Si hay nuevos acontecimientos, como se prevé, respecto de la modificación de la Constitución de la República, pues tendrá que incorporarlo, pero eso no es asunto de la Junta Central Electoral. Si el Congreso, como se ha dicho y denunciado, asume la responsabilidad de variar lo que está contenido en ella sobre la reelección, no es responsabilidad ni le pertenece a la JCE.

Mientras tanto, lo que sí debe hacer la JCE es hacerse oír y respetar por los partidos políticos. La campaña precipitada no conduce a nada positivo. Es más bien caldo de cultivo para la especulación, la incertidumbre y el dispendio. Apoyemos todos a la JCE en este propósito.