El Banco Popular ha regalado a la sociedad dominicana un libro de relevancia capital en este momento que vive el país. Hacen falta definiciones políticas y económicas fundamentales para decidir el futuro inmediato y próximo de la nación.

El historiador e intelectual Frank Moya Pons ha escrito un libro esencial para entender el trayecto de la sociedad dominicana en los últimos 50 años. Se trata de una valoración, un análisis histórico, económico, social, político, cultural, demográfico que nadie deberá perderse, si de verdad está interesado en el devenir progresista del país.

Hablamos del libro El Gran Cambio: La transformación social y económica de la República Dominicana (1963-2013). Es un libro conmemorativo y corporativo. Es el libro que cuenta la historia financiera y económica en que nació y desarrolló la fortaleza que hoy tiene el Banco Popular Dominicano, que acaba de cumplir 50 años. La historia contada por Frank Moya no es la del banco, es la historia del país, en la que estuvo inserto el banco, con todas las variantes con que puede contar un hombre del conocimiento, sabiduría y riqueza expositiva del doctor Moya Pons.

Este comentario se escribe para exhortar la lectura del libro, para recomendar la lectura de las tesis esenciales del libro. El país ha sido testigo de un cambio esencial en su fisonomía, en la política, en la economía, en la cultura, y pocos se han dado cuenta, porque la dominicana sigue siendo una sociedad quejumbrosa, que a grandes rasgos no percibe los cambios de que ha sido testigo y protagonista.

Para saber lo que ha pasado ha venido el historiador a hablar de historia y a mostrarnos los datos de una transformación esencial, que puede verse en la extraordinaria edición que se ha hecho, en especial con un trabajo fotográfico de primera, con algunos de los artistas más brillantes del lente dominicano.

Frank Moya ha salido valientemente a contar la forma en que el país ha cambiado entre 1963 y 2013, y a decirnos que a la caída de la dictadura de Trujillo el país pasó de ser una aldea rural a una de las grandes metrópolis del Caribe. Que el capitalismo dominicano ha sido exitoso, y que los gobiernos que más impacto han tenido en esa transformación de las fuerzas productivas, de la infraestructura y de las comunicaciones, han sido los del período democrático, a partir de 1978, sin dejar de lado los 12 años de Joaquín Balaguer, y los que siguieron con Salvador Jorge Blanco, Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía y Leonel Fernández.

Por más críticos que seamos, por más quejumbrosos que nos comportemos, por más rabia política que querramos exhibir, el capitalismo ha creado riqueza y ha dado demostraciones de que esta sociedad ha avanzado. Claro que hay razones para quejarse de los políticos ladrones, de las deficiencias del sistema educativo, o de las pujas por las que ha pasado la sociedad dominicana para poder avanzar, sin embargo, la democracia ha funcionado, ha sido eficiente y puede dar resultados exuberantes en la producción agrícola, la infraestructura, las obras viales, la cultura, las comunicaciones, la cultura, y hasta en el progreso particular de algunas de las ciudades más emblemáticas, como Santo Domingo, Santiago, San Pedro de Macorís y La Romana.

El libro de Frank Moya Pons, editado y patrocinado por el Banco Popular, es una pieza fundamental para entender la sociedad dominicana de los últimos 50 años. No se trata de analizar los gobiernos particulares de Balaguer, Guzmán, Jorge Blanco, Hipólito o Leonel. El libro no cae en la trampa de personalizar nada. Sencillamente pone los datos sobre la mesa y los coloca en una dimensión nunca antes analizados. Por eso, el libro El Gran Cambio es un texto de lectura obligada en los próximos meses, o debe serlo para aquellos que no lo han leído.

Se puede criticar que el libro tengo muchas fotografías. Pero hay que verlo en la intención de los editores. Que el texto escrito por Frank Moya tenga un sustento gráfico irrefutable. Una fotografía vale más que mil palabras se dice y repite con frecuencia. También se puede decir que una historia como esta, que un historiador de la categoría y dimensión de Frank Moya no se haya ocupado de ofrecer una bibliografía, en este libro, es un error. No. El libro no quiere ser ni es un manual de historia. Es un golpe contundente a la conceptualización inamovible de mucha gente, en el sentido de que hemos sido y seguimos siendo una nación atrasada. Este libro viene a decirnos exactamente lo contrario, sin teorizar mucho y sin las expresividades a las que nos tienen acostumbrados los intelectuales. Frank Moya tiene la gran virtud de ser contundente y decir su verdad como un martillazo.

Felicidades al Banco Popular por esta obra.