Ya no habrá que ir al Museo de la Chancleta. Tampoco habrá que hacer colectas públicas ni vender el periódico Vanguardia del Pueblo en las calles, a precios de colaboración. La administración del gobierno ha cambiado el status de los peledeístas y ha borrado los miedos que antes tenía la burguesía con el partido de Juan Bosch.

Los 27 ministros del gobierno del presidente Danilo Medina tienen una fortuna, confesada por ellos mismos en su declaración jurada de bienes del 2016, de 3,150 millones de pesos. Y hay que suponer que algunas de esas declaraciones resultaron conservadoras, porque tampoco es para tanto, y decirlo todo.

Por demás, el presidente de la República Danilo Medina, acaba de designar a los miembros del Consejo Nacional de Competitividad, y han resultado todos los propietarios de las mayores fortunas privadas de la República Dominicana.

Algunas de las fortunas de los ministros crecieron de forma extraordinaria. El caso de Miguel Vargas Maldonado es conocido: Es rico y ha sido rico, ha hecho buenos negocios, y apenas inauguró su participación en el gobierno en 2016, como Ministro de Relaciones Exteriores. Su primera declaración oficial ha sido de 694 millones de pesos. Una anterior declaración la hizo en el 2011, cuando aspiró a la candidatura presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano. Entonces dijo poseer una fortuna de 391 millones de pesos.

La de Gonzalo Castillo, el Ministro de Obras Públicas, sí que es alarmante. En 2012 cuando entró  a ese ministerio declaró 145 millones de pesos, y en 2016 cuando fue ratificado declaró 504 millones.

El polémico Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, en 2012 hizo una declaración jurada de bienes con 145 millones de pesos, y cuatro años después ese monto creció a 269 millones de pesos.

Angel Estevez, Ministro de Agricultura, declaró en 2012 una fortuna de 137 millones de pesos. No comenzó como ministro, pero dos años después alcanzó la posición, y cuando fue ratificado en 2016 declaró 171 millones.

El Ministro de Hacienda, Donald Guerrero, solo hizo declaración en el 2016, cuando la ley le exigía hacerla, pues fue el momento en que ingresó al Estado, dijo poseer una fortuna de 768 millones de pesos. Guerrero posee negocios en Puerto Rico. Hay que esperar que el ciclón María no lo haya empobrecido, como hizo con muchos empresarios de la Isla del Encanto.

Como puede notarse, el gobierno reserva posiciones ministeriales para gente muy rica. Se puede decir que esta es una administración de gente rica, que sigue incorporando cada día a más tutumpotes, mientras los hijos de Machepa se quedan fuera, observando el devenir de un gobierno que se dice seguidor de las enseñanzas de Juan Bosch. ¿Será verdad? O será que el gobierno de Danilo Medina está cumpliendo su promesa de hacer lo que nunca se hizo, de poner a los ricos a servir humildemente a los pobres, desde los ministerios oficiales. Ojalá sea cierto.