Este sábado se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Por ese motivo, esta semana, cientos de mujeres se presentaron al Congreso Nacional para presentar un documento de reclamo de políticas públicas en beneficio de la salud de las mujeres dominicanas.

El reclamo es justo. Las mujeres sufren discriminación y en las políticas públicas no se percibe claridad sobre el importante elemento del género. Las mujeres son las más pobres entre los pobres, y las que más resultan afectadas por la ausencia de políticas, en casos como la salud el ejemplo es muy elocuente.

Hoy día no se concibe en ningún país civilizado que las mujeres se mueran por tener un parto, algo natural y para lo que existen todos los avances y conocimientos. Sin embargo, en la República Dominicana se mueren 159 mujeres por cada 100,000 partos. Eso significa que el sistema de salud no es equitativo, no ha destinado los recursos a los hospitales o porque los sistemas de información no funcionan adecuadamente.

Lo dicho por las organizaciones a los congresistas es que en los primeros cuatro meses de este año se registraron 41 muertes maternas, y que llama la atención que este número es mayor que la cantidad de muertes que ha generado el cólera y el país tiene una movilización general para combatir la bacteria que lo produce, pero para enfrentar la mortalidad materna es poco lo que se hace.

Aunque existe un Ministerio de la Mujer, las políticas públicas no son inclusivas sino excluyentes. Tienen el tinte de la política partidaria y las mujeres son las más discriminadas. Los empleos favorecen más a los hombres que a las mujeres, los salarios de las mujeres son más bajos que los de los hombres, y pese a que la mujer se ha entrenado más y tiene más compromiso con la familia, con la educación de los hijos e hijas, no existen políticas públicas con equidad de género.

La violencia contra la mujer es otra de las lacras de la sociedad y sobre lo cual se hace poco desde el Estado. Existe una ley que castiga la violencia intrafamiliar, pero hace falta una justicia y un ministerio público más comprometidos con su puesta en vigencia.

Otro punto denunciado es el de las adolescentes embarazadas. Las niñas entran muy temprano a la actividad sexual y al quedar embarazadas pierden el espacio en la escuela, son maltratadas, discriminadas y duramente golpeadas por la familia y también por el Estado.

Son muchas las aristas que tiene este problema: “encubrir las deficiencias en la atención médica en lugar de exigir rendición de cuentas seguirá incrementando el número de muertes maternas en los hospitales, que según las estadísticas oficiales han subido de 160 en el 2007 a 200 en el 2010. Esas muertes innecesarias, el 70%  prevenibles, constituyen una vergüenza nacional y reclaman a gritos un compromiso serio de prevención por parte de las autoridades competentes”, dijeron las organizaciones cuando fueron al Congreso el pasado jueves.

Nos identificamos con los reclamos de las mujeres en el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.