Es sistema educativo nacional padece de muchos males, pero el tema de las condiciones en que subsisten los maestros y maestras es más que patético. Además de los bajos salarios, de encontrarse en el fondo de la pirámide magisterial, los maestros carecen de seguro médico y, por tanto, de servicios de salud.

Durante varios meses el Seguro Médico de los Maestros (SEMMA) ha dejado claro que está en quiebra. Sus deudas, como resultado de un mal manejo y del dispendio, hundieron esa entidad para servicio del magisterio.

La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales hizo un esfuerzo para ayudar al SEMMA, pero no le fue posible. No había posibilidad de conciliar las deudas, y por tanto los servicios en los centros asistenciales les fueron suspendidos al SEMMA y a los maestros asegurados.

Se sabía que la negación de servicio detonaría una crisis. Los maestros pagan sus servicios, por vía de los descuentos que realiza el ministerio de Educación. Pero uno de los muchos deudores del SEMMA, la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (ANDECLIP), decidió no prestar más servicios a los maestros. Y hay historias lamentables de negación de servicios.

Es un abuso y una falta de consideración al magisterio que el Ministerio de Educación permitiera que la situación llegara a estos extremos. Con mucha razón, este martes los maestros tomaron algunas de las principales vías de la capital para protestar. El presidente del premio de los maestros, el diputado Radhamés Camacho, encabezando la marcha llevó hasta la ANDECLIP una queja por la forma inhumana en que se comportan los centros privados, que hasta podrían provocar la muerte de una maestra parturienta por negación de servicios.

Algún acuerdo deben buscar. Y ello debe participar el ministerio de Educación, el ministerio de Salud y la nueva dirección del Seguro Médico para Maestros, que encabeza el doctor Bernardo Defilló, una figura de altísimo honor, quien prestigia la entidad que ahora representa.

Los maestros no pueden seguir sufriendo la negación de servicios de salud. Las autoridades tienen que intervenir. Y hacerlo en beneficio de los maestros.