El encono entre los seguidores del doctor Leonel Fernández y los del presidente Danilo Medina sigue elevado. Las palabras de Leonel Fernández anunciando su abandono del PLD, del que dijo que "ya no existe", al parecer enervaron los ánimos del presidente Danilo Medina, quien no tardó en responder con acritud las versiones del ex presidente Fernández.

Los seguidores de Fernández que aún tenían posiciones en el gobierno han ido renunciando, tanto de las posiciones públicas como de la membresía en el Partido de la Liberación Dominicana. El PLD se ha ido uniendo en sus organismos oficiales formales en torno al presidente Danilo Medina. Problemas podrían presentarse a los candidatos electos en las pasadas primarias del 6 de octubre, que corresponden a la corriente de Leonel Fernández y que no han renunciado del PLD ni de sus candidaturas.

El PLD oficial, que ahora es el de Danilo Medina, no puede disponer de las candidaturas que ya ganaron los leonelistas. Danilo dijo que no es tonto, y que no brindará apoyo a esos candidatos que se queden ahora para irse luego con su adversario, Leonel Fernández.

Los decretos sustituyendo renunciantes son oportunos, pero dejan laceraciones y complicaciones en la administración pública. Un caso delicado es el de la vicepresidencia de la República, en manos de la doctora Margarita Cedeño de Fernández, esposa de Leonel Fernández. Es una mujer inteligente, prudente, con visión institucional y sabe que su decisión podría tensar más de lo que están las relaciones (hay que pensar que inexistentes) entre Leonel Fernández y el presidente Danilo Medina.

El comunicado de este martes de la doctora Margarita Cedeño es una muestra de lo delicado que está, políticamente, el cuadro institucional del país. Su caso merece una reflexión fría y en procura de bajar las tensiones, no de subirlas más de lo que ya están.

El presidente Medina estaba irritado y lo dejó ver en la asamblea de dirigentes del PLD del pasado lunes. Y dijo que los que se fueron no hacen falta para volver a ganar las elecciones. “Con las personas que están yo gano”, dijo Danilo, como si él fuese el candidato. Eso quiere decir que el desafío es personal y podría ascender a nuevos peldaños.

Para nuevas intervenciones del presidente Medina sobre este asunto, lo correcto sería que lo haga sin improvisaciones, que lo piense bien y que racionalice sus palabras, y mejor las ponga por escrito. Leonel estará dedicado a echar adelante su proyecto político y eso implica que estará en el debate, como un toro de lidia en terreno abierto, dispuesto a aprovechar las circunstancias. Danilo no es el candidato del PLD, y es ahora cuando Gonzalo Castillo debe comenzar a jugar su rol. Es la oportunidad de hacer que la pelea sea entre Leonel y Gonzalo, y no entre Danilo y Leonel. Luis Abinader tendrá la oportunidad de intervenir cuando lo entienda conveniente.

El otro rol lo tendrán que jugar las instituciones electorales: Junta Central Electoral y Tribunal Superior Electoral. Ya se debate si Leonel Fernández puede o no ser candidato presidencial. El tema probablemente llegue al Tribunal Constitucional, y será pronto, por el tema de los plazos. Ya veremos cómo se resuelve estos nuevos elementos, que no estaban previstos en el panorama anterior al 6 de octubre.