¿Es la cultura un tema en que los políticos ponen empeño y se preocupan por empujar como parte de un convencimiento propio?
La pregunta es válida, ahora que está definiéndose el panorama electoral y cuando los principales candidatos comienzan a articular sus equipos de apoyo. Ya Danilo Medina, del Partido de la Liberación Dominicano, recibió el apoyo de un grupo de artistas e intelectuales, interesados en poner en marcha un programa de política cultural.
Pero las críticas son libres, y han surgido cuestionamientos al acto de apoyo y hasta peticiones de cuidarse al candidato del PLD, porque los que le apoyaron son gentes que no activan la cultura de hoy. Por lo menos así ha quedado registrado en una carta pública del teatrista Carlos Castro a Danilo Medina, publicada por Acento.
La cultura no es un ámbito de preocupación de la política, ni lo ha sido en el pasado, ni siquiera de parte de intelectuales como Joaquín Balaguer o Juan Bosch. Es cierto, Bosch fue más preocupado y trabajó más ese sector, pero lo hizo desde la oposición y no tuvo oportunidad de poner en práctica desde el Estado ninguna política.
Leonel Fernández, que es un intelectual que amplios conocimientos y hasta sentimientos de afinidad por la cultura, es quien más cerca se encuentra del ámbito de los artistas y los intelectuales, y con él se ha impulsado la Feria Internacional del Libro como el soporte de su política cultural, aparte de las muchas otras actividades que realiza el Ministerio de Cultura.
Es lamentable, es cierto, hay que reconocer que en general los políticos no tienen mucha preocupación por empujar una política cultural. Existen propuestas en los programas de gobierno. Pero nada de eso se cumple. ¿Tiene esta administración de casi ocho años una política cultural? No lo parece, aparte de la Feria Internacional del Libro, que es una actividad masiva, amplia, que concentra en abril y mayo de cada año a millones de personas.
Y más de ahí ¿qué es lo que se hace, y que define una política cultural? Poca cosa. No hay una línea clara sobre proyección y promoción de la identidad dominicana. ¿Cuál identidad, se preguntarán muchos? La música, las artes, el teatro, la literatura, el folcklore son también parte de lo dominicano. ¿Cómo se expresa eso en una política? ¿Cuál de los políticos o candidatos lo entiende y expresa un deseo de trabajarlo?
Las nuevas variantes de la cultura, a lo que se refiere Carlos Castro en su carta a Danilo Medina, ¿quién las recoge, analiza y la convierte en una expresión auténtica de la identidad nacional?
La cultura está ausente de las preocupaciones políticas de nuestros líderes. Ojalá que pueda ser diferente. Ojalá que se la vea como prioridad y los incumbentes que gestionen las políticas puedan actuar con mayor proyección hacia lo caribeño, con más interés por definirnos en función de las islas, las migraciones y las variantes que nos identifican.
Hay que comenzar a trabajar estos temas. Sin prejuicios, sin querellas, pero tratando de asumir una auténtica política que enriquezca la cultura y a la gente.