El mayor error cometido en el proceso del “Concurso de Oposición Docente 2019”, llevado a cabo valientemente por el Ministerio de Educación, ha sido la pobre comunicación. Primero algunos de los postulantes que no pasaron a la segunda fase, y luego la ADP, han desinformado a la opinión pública respecto a la naturaleza de las pruebas utilizadas por el MINERD para la selección de los finalistas a ser entrevistados en la fase final del proceso de contratación. Esto ha sido posible, en gran medida, porque el MINERD no ha comunicado correctamente sobre la naturaleza y el historial de las pruebas aplicadas a los postulantes.

Según reportes en la prensa, de los 54,483 postulantes inscritos, se presentaron a la primera fase evaluativa del concurso 49,566 candidatos para competir por unas 10,700 plazas en las funciones de directores de centros educativos, maestros y psicólogos-orientadores; 11,855 postulantes superaron la puntuación mínima establecida, un 24% de los examinados, y así pasaron a la segunda fase evaluativa.

Por otro lado, según la Dra. Alejandrina Germán, entre agosto 2016 y julio 2017 fueron evaluados 54,105 estudiantes, de los que 1,364 lograron aprobar para ingresar a la carrera de educación. Eso significa que menos de 3% de los solicitantes a las facultades de educación lograron aprobar las pruebas de admisión universitaria durante ese periodo lectivo. Queda claro que cuando no se aplicaba la Prueba de Orientación y Medición Académica (POMA) del MEESCyT y la PAA del College Board a todos los estudiantes de educación, ingresaban muchos alumnos con formación básica muy deficiente a estudiar la profesión. Muchos de los reprobados en la primera evaluación del Concurso de Oposición Docente 2019 ingresaron a estudiar la carrera antes de la aplicación de las pruebas de admisión universitaria, y luego estudiaron en régimen sabatino al mismo tiempo que trabajaban a tiempo completo, fórmula que prácticamente garantiza el fracaso de su formación inicial como docentes. Tenemos que enfrentar esa cruel realidad de nuestro pasado, porque la clave para mejorar los aprendizajes de los niños es tener maestros de excelencia en las escuelas. No es lógico esperar hasta que se gradúen para determinar que no tienen la aptitud y las competencias para ser maestros de excelencia, pero tampoco podemos seguir contratando maestros sin las competencias adecuadas para la docencia y castigar a las futuras generaciones de dominicanos con una pobre educación. La cruel realidad es que tenemos decenas de miles de titulados como maestros sin tener las aptitudes y competencias para educar en la excelencia a nuestros niños y jóvenes, mientras los maestros que necesitamos escasean.

La buena noticia es que la situación ha mejorado significativamente a partir del momento en que se inició la aplicación de la Prueba de Orientación y Medición Académica (POMA) a todos los estudiantes y más aun con la segunda depuración, la Prueba de Aptitud Académica del College Board. Pero aun las cohortes de estudiantes depurados antes de su formación inicial como maestros no han llegado masivamente a las aulas. Ese es uno de los principales factores que inciden en la baja calidad de los aprendizajes de nuestros estudiantes en todos los niveles. Importante será analizar si hay una diferencia apreciable en los resultados de las pruebas aplicadas por el MINERD entre los postulantes de más reciente egreso de las universidades y los que tienen más tiempo de egresados, para determinar si la formación docente mejora con el tiempo, y seguir monitoreando el impacto de los nuevos requisitos en la formación de maestros de excelencia.

Mientras tanto, todos los postulantes al Concurso de Oposición 2019 debieron completar en la computadora en línea una primera batería de pruebas “destinadas a evaluar el conjunto de competencias cognitivas e intelectuales esenciales para el desempeño de las funciones del docente”. Según el MINERD expone en su portal:

En las pruebas de habilidades cognitivas y de competencias se evaluarán aquellas que contribuyen con el cumplimiento efectivo de las funciones del puesto de trabajo, con la finalidad de conocer la capacidad de resolución de problemas mediante ejercicios de razonamiento y de lógica, así como también las aptitudes.

La evaluación de conocimientos mide el nivel de conocimiento específico en el área de gestión administrativa o pedagógica. Determina la habilidad para la resolución de problemas relacionados con el cumplimiento de las funciones directivas y docentes, según lo dispone la Ley general de Educación 66-97, los estándares profesionales, del desempeño docente y el currículo.

Entendemos que dos proveedores externos han administrado las pruebas en línea de la primera fase cognitiva y competencial. Wonderlic, como se puede apreciar en el enlace, es un tipo de prueba básica estandarizada que viene aplicándose mundialmente y mide la capacidad de razonamiento para el desarrollo profesional del examinado. Multiplicity es la plataforma de evaluación que, a través de tres exámenes, mide “15 competencias, 2 aptitudes y 12 motivadores”, y ha sido “validada por la Universidad Complutense de Madrid”, según su portal.  En esta etapa del Concurso no se pretende evaluar los conocimientos pedagógicos ni su práctica, solo las habilidades cognitivas y competencias de los postulantes para ejercer la docencia.

La segunda etapa evaluativa, aplicada hace apenas dos semanas, mide “el nivel de conocimiento específico en el área de gestión administrativa o pedagógica. Determina la habilidad para la resolución de problemas relacionados con el cumplimiento de las funciones directivas y docentes, según lo dispone la Ley general de Educación 66-97, los estándares profesionales del desempeño docente y el currículo”. Sus resultados aún no han sido publicados, ni tenemos información fidedigna sobre el proceso de la elaboración o contratación del instrumento de evaluación aplicado por el MINERD en la segunda fase. Esperamos que suficientes postulantes superen esta prueba para pasar a la fase final.

Se supone que todo aspirante a trabajar con alumnos debe tener al menos una capacidad intelectual adecuada. Aplicar estas pruebas no es un “fraude” o una exigencia irrazonable para trabajar como docente en nuestras escuelas, como alegan algunos afectados. Lo que ha sido un fraude durante mucho tiempo ha sido la formación docente de jóvenes con graves deficiencias ingresando a programas sabatinos de tres años de duración y trabajando a tiempo completo, creando falsas expectativas en los egresados. Eso explica por qué menos de uno de cada cuatro postulantes ha superado el umbral mínimo establecido en la primera fase evaluativa para ingresar a la carrera docente en las escuelas públicas en 2019.  La cruel realidad es que recién empezamos a tomar las medidas imprescindibles para iniciar la mejora continua de la calidad de la educación, como es ser exigentes con los profesionales que ingresan a la carrera docente. El proceso de depuración por méritos que significa el Concurso de Oposición Docente 2019 merece el apoyo entusiasta de todo ciudadano consciente, porque nuestros niños merecen una educación de excelencia y eso solo es posible con los mejores maestros en las aulas.

Por otro lado, el MINERD no ha comunicado correctamente a la opinión publica la naturaleza de las pruebas aplicadas y sus funciones en el proceso de evaluación de los futuros docentes. Debido a la deficiencia comunicativa en este proceso, solo un artículo de prensa en el Listín Diario se ha referido a la evaluación de la primera fase con nombre y apellido, pero la información fue errada porque se refiere a la Prueba de Orientación y Medición Académica (POMA), elaborada por el MEESCyT para los estudiantes de nuevo ingreso a las universidades dominicanas, examen que viene aplicándose progresivamente desde el curso lectivo 2002-2003 para ingreso a las instituciones de educación superior, pero no ha sido utilizada en este Concurso de Oposición Docente 2019. La información sobre los instrumentos de evaluación utilizados ha sido manejada como un secreto de Estado, provocando la desinformación y el malestar que han sido aprovechados por algunas personas para pescar en río revuelto. Para concitar el apoyo ciudadano hay que mejorar el flujo de información pública sobre los grandes procesos para mejorar la calidad de la educación.